Evo Morales, que lleva una década como presidente del país, continuará en el cargo por cinco años más después de haber ganado las elecciones generales de 2014. A pesar de mantenerse como la principal fuerza del país, su partido viene perdiendo influencia en lugares clave del Estado Plurinacional de Bolivia, tal el nombre oficial del […]
Dirigentes Digital
| 13 may 2015
Evo Morales, que lleva una década como presidente del país, continuará en el cargo por cinco años más después de haber ganado las elecciones generales de 2014. A pesar de mantenerse como la principal fuerza del país, su partido viene perdiendo influencia en lugares clave del Estado Plurinacional de Bolivia, tal el nombre oficial del país.
Al asumir el nuevo mandato, en enero de este año, dijo que planeaba invertir 2.500 millones de dólares en proyectos de infraestructura durante 2015 como parte de un total de 6.200 millones destinados a un amplio plan de telecomunicaciones, energía, agua y transporte.
Pero el anuncio no le valió puntos en las elecciones de marzo de este año, cuando los opositores le quitaron al Movimiento Al Socialismo (su partido) las alcaldías de Cochabamba y El Alto, además de las gobernaciones de La Paz (sede del Gobierno) y Tarija (donde se concentran las mayores reservas de petróleo y gas).
Rutas petroleras
Tarija, justamente, es la región donde se vienen ejecutando, desde el año pasado, obras viales que forman parte de un plan nacional al que el Gobierno destinó una inversión total de alrededor de 1.000 millones de dólares.
Morales destacó que esos trabajos apuntan a desarrollar e integrar las comunidades regionales con los centros urbanos, mejorando en consecuencia su calidad de vida. El propósito es "integrar Bolivia, al menos en el eje central", agregó el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, responsable de los proyectos.
La inversión allí destinada es de 154,4 millones de dólares para tres carreteras: Entre Ríos-Palos Blancos (66km, por 83,4 millones, obra adjudicada a la española Ceinsa-Incoydesa), Villamontes-Palo Marcado (45km, por 39 millones) y Río Isiri-La Central (30km, por 32 millones).
El anuncio de los recursos fue realizado una semana antes de las elecciones de marzo y ahora las obras están en discusión debido a una falta de acuerdo entre el Gobierno Central y el de Tarija, como consecuencia del resultado de las urnas.
Es "complicado trabajar cuando existe una oposición que no comparte el lineamiento de crecimiento que tiene el Gobierno Nacional", dijo Claros al canal estatal Bolivia TV, en alusión al revés electoral sufrido por su partido en esa jurisdicción, que quedó en manos de Unidad Departamental Autonomista (UDA).
Concesión española
En una visita al lugar, Morales dijo que el Estado está obligado a contratar a empresas constructoras extranjeras porque no existen constructoras bolivianas con capacidad para adjudicarse los proyectos gubernamentales de construcción de caminos, en referencia al papel de la española Ceinsa-Incodeysa.
En disensión con el mandatario, el titular de la Cámara de la Construcción de Bolivia (Caboco), Jaime Ponce Ovando, dijo que esa cámara había demostrado que las obras de gran envergadura "pueden hacerse por tramos y varios consorcios nacionales están trabajando en varias rutas troncales".
De acuerdo con el contrato, firmado por la Administración Boliviana de Caminos (ABC) y el representante legal del consorcio español, Eduardo Saenz, la obra debe estar concluida en un plazo de 43 meses, vale decir, hacia el segundo semestre de 2017.