BP acepta que minimizó ante sus accionistas el impacto del derrame de crudo en el Golfo de México, el peor desastre costero en la historia de EEUU, que dejó 11 trabajadores muertos y provocó un vertido de millones de barriles de petróleo hacia las costas de varios estados durante meses. En 2014, un juez recomendó […]
Dirigentes Digital
| 03 jun 2016
BP acepta que minimizó ante sus accionistas el impacto del derrame de crudo en el Golfo de México, el peor desastre costero en la historia de EEUU, que dejó 11 trabajadores muertos y provocó un vertido de millones de barriles de petróleo hacia las costas de varios estados durante meses.
En 2014, un juez recomendó a los inversores que compraron American Depositary Shares (ADS) de BP poco después de la explosión, que podían presentar una demanda colectiva acusando a la empresa de "minimizar" las cifras del vertido, y que el precio de las acciones "no reflejaba la magnitud del desastre al que se enfrentaba la empresa.
El pasado mes de octubre la petrolera británica acordó pagar una multa récord por esta catástrofe natural de 20.800 millones de dólares, superior a los 18.700 millones que BP había anunciado que pagaría de forma preliminar para zanjar las principales demandas.
BP reconoce en un comunicado que el acuerdo no resuelve otros litigios sobre activos relacionados con el derrame.
Según un estudio del Observatorio Terrestre Lamont-Doherty, los contaminantes del derrame de petróleo de la plataforma ‘Deepwater Horizon’ se quedaron en el fondo marino meses después de que el crudo fuera eliminado o dispersado de la superficie.
El estudio detalla que restos de crudo, el hollín de la quema de manchas de petróleo y contaminantes de los lodos de perforación, junto con algas microscópicas y otros desechos, descendieron durante cinco meses como una ‘tormenta de nieve sucia’ hasta el fondo del mar, con lo que las sustancias tóxicas de la columna de agua y del lecho marino no procedían del petróleo natural filtrado en el Golfo, sino de la plataforma ‘Deepwater Horizon’, con lo que pudieron entrar en la cadena alimenticia y afectar posiblemente a peces y corales en aguas profundas.