"Nadie puede concordar con que un mayor gasto sin más impuestos es viable", ha advertido Levy en una conferencia sobre mercados financieros organizada el sábado por el operador de la bolsa de Sao Paulo BM&FBovespa SA. "Si ustedes quieren convertirse en Grecia y decir no a ningún tipo de impuestos, eso tendrá consecuencias", agregó. El […]
Dirigentes Digital
| 30 ago 2015
"Nadie puede concordar con que un mayor gasto sin más impuestos es viable", ha advertido Levy en una conferencia sobre mercados financieros organizada el sábado por el operador de la bolsa de Sao Paulo BM&FBovespa SA. "Si ustedes quieren convertirse en Grecia y decir no a ningún tipo de impuestos, eso tendrá consecuencias", agregó.
El Gobierno brasileño planea enviar al Congreso un proyecto de ley que volvería a poner en vigor un impuesto conocido como CPMF, un tributo de un 0,38% sobre las transacciones financieras, para recaudar cerca de 68.000 millones de reales (18.990 millones de dólares) al año y cerrar un creciente déficit fiscal, informa Reuters. El pasado junio, Levy aseguró que no estaba planeando reintroducir el CPMF, un impuesto impopular que fue suprimido por el Congreso en el 2007.
Recordamos que Brasil ha entrado oficialmente en recesión técnica, después de que el PIB del país haya registrado una contracción del 1,9 % en el segundo trimestre, con lo que encadena dos trimestres consecutivos a la baja tras el retroceso del 0,7 % en los tres primeros meses del año, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas.
El deterioro de esta economía -con gran relación comercial con Galicia- resulta ser incluso mayor de lo previsto inicialmente, puesto que la anterior estimación en el primer trimestre señalaba una contracción de solo dos décimas. Por sectores, la industria de Brasil registró en el segundo trimestre una contracción del 4,3 %, mientras el sector agrícola retrocedió un 2,7 % y el de servicios un 0,7 %.
En comparación con el segundo trimestre del 2014, el gigante sudamericano experimentó un retroceso del 2,6 ?%, frente a la caída del 1,6 de los tres primeros meses, elevando a cinco los trimestres consecutivos en los que el PIB ha bajado en términos interanuales.
Incluso, la agencia de calificación internacional Moody’s ha advertido sobre la recesión del país. Moody’s ahora prevé que Brasil y Rusia tendrán un crecimiento negativo en el 2016, extendiendo la recesión del 2015. "La reciente caída de los precios de las materias primas y la mayor depreciación de las monedas exacerbaron un entorno económico doméstico ya desfavorable en ambos países", explica Moody’s en un comunicado.
Golpeada no sólo por la recesión, sino también por los escándalos, la presidenta Dilma Rousseff el fin de semana de calmar la inquietud económica. "Tenemos la certeza de que Brasil es un país fuerte, que va a crecer y va a superar sus dificultades, que son temporarias", advirtió, en declaraciones recogidas por el diario La Nación. Más allá de cómo o quién lo mida (los consultores privados, el Banco Central o las agencias de estadísticas), el resultado coincidente es el de una debacle cada vez más inquietante a medida que avanza un 2015 particularmente conflictivo en lo político y social, y recesivo en lo económico.