Dos fuentes del Gobierno brasileño han asegurado que este jueves podría anunciarse la decisión sobre los nuevos créditos, después de que se celebre una reunión de los principales dirigentes empresariales y los más altos cargos del Gobierno y los sindicatos para comunicarles primero a ellos el plan pensado para impulsar la economía brasileña. "La cifra […]
Dirigentes Digital
| 28 ene 2016
Dos fuentes del Gobierno brasileño han asegurado que este jueves podría anunciarse la decisión sobre los nuevos créditos, después de que se celebre una reunión de los principales dirigentes empresariales y los más altos cargos del Gobierno y los sindicatos para comunicarles primero a ellos el plan pensado para impulsar la economía brasileña.
"La cifra general podría llegar a 60.000 millones de reales (moneda de circulación en Brasil) pero todavía estamos ajustando los detalles", dijo uno de los funcionarios que, aunque no estaba autorizado para hablar públicamente sobre el asunto agregó: "Esto no tendrá impacto fiscal. El Tesoro no colocará capital fresco en ninguno de los bancos".
Recordemos que ya en diciembre el Gobierno condonó las deudas de los bancos BNDES, Banco do Brasil, Caixa Economica Federal, que ascendía a más de 13 millones de dólares, y creó un fondo de pensiones para trabajadores que bautizó con el nombre de FGTS
Según el funcionario del Estado brasileño que ha hablado públicamente, este dinero líquido que se le otorgó a los bancos será usado con la intención de abrir nuevas líneas de crédito para compañías constructoras, agrícolas, exportadoras y productoras de maquinaría y otros bienes de capital.
Además, según las fuentes del Gobierno, el Ministerio de Hacienda también difundirá este jueves un estudio sobre varias propuestas para limitar el gasto público en los próximos años, y así mostrar el compromiso con la austeridad,
Desde el Gobierno creen que estas medidas pueden balancear la austeridad fiscal y las nuevas líneas de crédito para reforzar la confianza en una economía que el año pasado perdió un millón y medio de puestos de trabajo.
Estas nuevas medidas de estímulo iniciadas por Rousseff han causado cierta incertidumbre en los inversores, quienes temen que la presidenta brasileña retome las políticas fiscales que llevó a cabo en su primer mandato y que tan malos resultados trajeron, llegando a dinamitar las cuentas públicas del país y llevando su valoración crediticia a caer estrepitosamente.