Si una parte de los argumentos que llevaron a la destitución de Dilma Rousseff estaban relacionados con la ruina económica en que entró Brasil durante su mandato, tras la asunción de Michel Temer el escenario tiende a empeorar. Así al menos lo sugieren los pronósticos de analistas privados consultados por el Banco Central para su […]
Dirigentes Digital
| 12 sep 2016
Si una parte de los argumentos que llevaron a la destitución de Dilma Rousseff estaban relacionados con la ruina económica en que entró Brasil durante su mandato, tras la asunción de Michel Temer el escenario tiende a empeorar.
Así al menos lo sugieren los pronósticos de analistas privados consultados por el Banco Central para su Boletín Focus, un reporte semanal de las expectativas del mercado que, en su primera edición de septiembre, pronostica una contracción del PIB del 3,2% al finalizar este año.
Tal proyección significa un empeoramiento en la percepción de los agentes del mercado, puesto que la previsión anterior mostraba un descenso más leve: 3,1%, cuatro centésimas por encima del nuevo cálculo, el primero tras la salida definitiva de Rousseff.
Sensor del mercado
El Boletín Focus resume las consideraciones que cien analistas financieros privados remiten semanalmente al Banco Central sobre el comportamiento de los principales indicadores de la economía. El Gobierno, a su vez, lo utiliza como una referencia para sus propios cálculos.
En la semana previa a la destitución de Rousseff, el mercado estimaba una caída de la inflación a 5,32% para los próximos 12 meses. En este primer reporte tras aquel hecho, la previsión fue de 5,28%, continuando la trayectoria a la baja de las últimas 10 semanas.
Consumado el alejamiento definitivo de la mandataria, el mercado muestra un ligero pesimismo respecto del futuro inmediato del nuevo equipo a cargo del Gobierno, que -de acuerdo con el reporte del BC- no logrará revertir este año la trayectoria negativa de los últimos seis semestres.
Esperar a 2017
Los operadores estiman que el panorama será positivo recién hacia 2017, cuando la economía brasileña crecería un 1,3% y el interés básico (tasa Selic) caería a 11% (hoy es de 13,75% y así se mantendría hasta el cierre del año)
De esta manera, las modificaciones económicas que el equipo de Temer se proponía implementar inmediatamente después del "impeachment" de Rousseff aún deberán esperar. Así lo señaló el propio mandatario, quien dijo que buscará el apoyo de líderes sindicales.
"No creo que la reforma será aprobada pronto. La enviaremos, habrá manifestaciones en las calles y va a tomar tiempo", dijo Temer en una entrevista a un diario local, en alusión a las protestas que enfrenta por parte de ciudadanos que consideran su llegada al poder un golpe de Estado.
El equipo económico ha dejado trascender que planea aumentar la edad mínima para la jubilación, aumentar los aportes y elevar la carga horaria, entre otros cambios con los que busca reducir el déficit presupuestario y reactivar la economía, que ya lleva más de dos años de recesión.