Las elecciones estadounidenses del pasado noviembre han repercutido de manera desigual en la economía latinoamericana. Los mercados financieros de América del Sur han recuperado las pérdidas sufridas tras los comicios, una recuperación que ha estado apoyada en el incremento de los precios de las materias primas. Los precios del petróleo, del cobre y la soja […]
Dirigentes Digital
| 17 feb 2017
Las elecciones estadounidenses del pasado noviembre han repercutido de manera desigual en la economía latinoamericana. Los mercados financieros de América del Sur han recuperado las pérdidas sufridas tras los comicios, una recuperación que ha estado apoyada en el incremento de los precios de las materias primas. Los precios del petróleo, del cobre y la soja han subido respectivamente un 21%, 16% y 7% desde noviembre. Desde BBVA Research estiman que la región se recuperará en 2017, después de 4 años de desaceleración, aunque México está recibiendo de lleno el impacto negativo de las políticas de Estados Unidos. Aunque los activos financieros latinoamericanos se han recuperado desde noviembre, los activos mexicanos continúan en niveles inferiores a los observados al inicio de noviembre. La mayoría de países de América Latina “deberían mostrar un crecimiento mayor en 2017 que en 2016”, explica el informe “Situación Latinoamérica. Primer trimestre 2017”. La única excepción vendrá de la mano de Perú y Paraguay. Esto llevará a un crecimiento promedio de América del Sur del 1% en 2017 y del 1,7% en 2018, acabando con la tendencia de desaceleración de los últimos cuatro años. BBVA ha recortado en 0,5 y 0,3 puntos porcentuales las tasas de crecimiento de América del sur frente a sus previsiones de diciembre. La entidad ha explicado que esta caída se debe a las sorpresas negativas sobre la actividad en los últimos trimestres en Argentina y Chile, así como a la mencionada incertidumbre sobre las políticas de la nueva administración estadounidense sobre México y el retraso en la inversión en un proyecto clave de infraestructura en Perú (el Gaseoducto del Sur). Por otro lado, para 2017 y 2018 e prevé una política monetaria que debería apoyar un poco más al crecimiento en la mayoría de países de América del Sur. Los indicadores de confianza en México sufrieron una fuerte caída en diciembre y enero. En el caso de las empresas, la caída de la confianza se asoció fundamentalmente a la incertidumbre sobre las medidas futuras de la administración Trump, como por ejemplo la posible renegociación del tratado de libre comercio de América del Norte (Nafta). México también marcará récord de inflación La inflación se moderó en todos los países de América del Sur en los últimos meses. En la mayoría de los casos la tasa alcanzó niveles más elevados durante el primer semestre de 2016 y empezó a moderarse desde entonces. Asimismo, la inflación se mantiene relativamente elevada, por encima del rango objetivo, no sólo en Argentina (38% en enero), sino también en Uruguay (8,3%), Colombia (5,5%) y, en menor medida, en Perú (3,1%). Por otro lado, tras la desaceleración reciente, los registros de inflación se encuentran ya dentro del intervalo establecido por las autoridades monetarias tanto en Chile (2,8%) como en Brasil (5,4%). Las tendencias inflacionarias en América del Sur contrastan con la de México, donde la inflación aumentó de manera consecutiva en los últimos siete meses, alcanzando el 4,7% en enero, por primera vez por encima del intervalo de tolerancia del banco central desde 2014. Parte importante de la divergencia entre las tendencias de inflación en México y América del Sur se debe a la divergencia entre el comportamiento de sus divisas en los últimos meses. Además, en México han contribuido al alza de la inflación los recientes ajustes en el precio de los combustibles. Desde BBVA prevén que en este país la inflación aumente gradualmente durante el año hasta alcanzar el 6% al cierre y sólo volverá a moderarse y converger otra vez hacia el rango objetivo en 2018. Se tratan de previsiones significativamente más altas que las que publicaron anteriormente, lo que se explica básicamente por la mayor depreciación de su divisa y el proceso de liberalización de precios de la energía. Con respecto a América del Sur, mantienen las previsiones de que en Brasil la inflación convergerá al objetivo central de 4,5% en 2017 y se mantendrá en este nivel en el 2018, y ajustan ligeramente al alza las de Argentina, Colombia, Chile y Perú.