"La constante es Brexit, Brexit, Brexit… Ya no es la posibilidad de que el Reino Unido rompa puentes políticos con la UE lo que cotiza el mercado, sino la absoluta falta de claridad de qué va a suceder", apunta Amílcar Barrios, analista de Tressis. Con todo, si gana esta opción dice el Departamento de Análisis […]
Dirigentes Digital
| 24 jun 2016
"La constante es Brexit, Brexit, Brexit… Ya no es la posibilidad de que el Reino Unido rompa puentes políticos con la UE lo que cotiza el mercado, sino la absoluta falta de claridad de qué va a suceder", apunta Amílcar Barrios, analista de Tressis.
Con todo, si gana esta opción dice el Departamento de Análisis de Bankinter que nos encontraríamos ante un "desenlace tipo ‘cisne negro’: de probabilidad muy reducida y comprobable a posteriori que podrían haberse adoptado medidas para haberlo evitado". En este escenario, señalan, las Bolsas sufrirían "fuertes retrocesos", mientras que la deuda soberana core (alemana y estadounidense sobre todo, aunque también suiza y japonesa) se apreciarían más aún, con los bonos periféricos (italianos, españoles, portugueses) siguiendo el camino contrario (aumento de tires). También escalarían yen, franco suizo y dólar.
"Se iniciaría un proceso de revisión a la baja de los PIBs estimados. Los activos en dólares se volverían más atractivos. Bajo este desenlace adoptaríamos inmediatamente una estrategia de inversión defensiva, bajando exposición", apuntan estos expertos.
En cuanto a una victoria de la permanencia, Bremain, consideran que sería el "desenlace constructivo y que dicta el sentido común". Así, "se incorporaría rápidamente una visión reconstructiva sobre el ciclo económico y sobre las Bolsas, que rebotarían con cierta fuerza. Sobre todo las europeas, pero también Wall Street y Japón. Sería razonable esperar una recuperación del Euro Stoxx 50 y del Ftse 100 hasta sus niveles de mediados de abril, al menos", lo que equivaldría a subidas del 11% y el 6%, respectivamente.
Detalla la firma que "primero tendría lugar un rally rápido y posteriormente permanecería una inercia alcista que podría dar más potencial y soltura a la renta variable hasta final de año". Habría tomas de beneficios en yen y franco suizo (viendo los 130 y 1,12 incluso), así como en la deuda core y un rebote en la periférica. Se revisarían al alza las estimaciones de PIB y los objetivos para los índices: "El contexto que permanecería para el verano sería pro-Bolsas y sin obstáculos serios hasta, digamos, mediados de octubre (las elecciones americanas son en noviembre)", concluyen.
Y hasta el resultado, ¿qué?
"Nada", afirman tajantes, ni reducir exposición, ni incrementar. Su consejo es claro: descartar "iniciativas ingeniosas. El desenlace será del tipo on/off, de manera que reduciendo perderemos la recuperación posterior si no hay Brexit. Y si hubiera, no anularemos el daño simplemente reduciendo algo. Pero el día después sí habrá que hacer algo: bajar exposición a riesgo e incluso favorecer la liquidez en el escenario de salida o subir exposición si se mantiene. Mover en cualquier caso. Pero hacer apuestas direccionales mediante movimientos bruscos previos puede resultar muy caro".
"No es tan fiero el león como lo pintan"
Por su parte, Capital Economics cree que, aunque Reino Unido decidiera finalmente salir de la UE quizá "no se produzca la agitación en los mercados que muchos esperan". Después de todo, explican, "no serían un acontecimiento inmediato, el país permanecería en la Unión aún varios años y la retórica de los políticos buscaría tranquilizar a los inversores".
Por otra parte, añaden, se acabaría la incertidumbre en torno al encaje británico y, además, "no habría consecuencias importantes para la economía mundial, Reino Unido no es China". Las probabilidades, concluyen, favorecen al Bremain y "un voto en ese sentido, sobre todo si es decisivo, provocaría la inversión de muchos de los últimos movimientos en los activos financieros".