Un ejemplo claro es la agencia de calificación Fitch quien ha elaborado un informe que recoge cuatro hipotéticos escenarios tras el referéndum británico, tres de los cuales contemplan una salida del país de la Unión, aunque la firma deja claro que ninguno de ellos es su "caso base" El de permanencia, como no podría ser […]
Dirigentes Digital
| 31 may 2016
Un ejemplo claro es la agencia de calificación Fitch quien ha elaborado un informe que recoge cuatro hipotéticos escenarios tras el referéndum británico, tres de los cuales contemplan una salida del país de la Unión, aunque la firma deja claro que ninguno de ellos es su "caso base"
El de permanencia, como no podría ser de otra forma, es ligeramente positivo para el crédito en todos los sectores, pues pone fin a la incertidumbre que rodea este evento. Ahora bien, "los efectos serían insuficientes para dar lugar a cualquier mejora, incluyendo la calificación soberana", mientras las tensiones entre ambas partes, conceden, "podrían resurgir en cualquier momento".
Mientras, los otros tres pasan por una salida con condiciones favorables a Reino Unido o con un acuerdo desfavorable y, finalmente, cualquiera de los dos pero con el añadido de una votación por la independencia de Escocia.
En cualquiera de los supuestos de ‘no permanencia’ en la UE, señalan estos expertos, se revisará la ‘nota’ soberana. Ahora bien, en el primero, "los acuerdos comerciales y de salida se resolverán sin problemas y con rapidez, de manera que el impacto sería ligeramente negativo a corto plazo en el mercado y traería cierta volatilidad a la divisa". Mientras tanto, los dos últimos perjudicarán a la calificación de los activos, los perfiles de financiación y los resultados corporativos, y "pondrán los ratings bajo presión" (mayor si cabe con el referéndum escocés).
Para el sector empresarial, concluye, los escenarios de salida tendrían un impacto "mixto, dependiendo de la industria". Así, las exportadoras se beneficiarían de la mejora en la competitividad de los precios, ante la depreciación de la libra; pero las empresas con deuda en moneda extranjera se enfrentarían a ciertos problemas. Por su parte, las aerolíneas se verían afectadas significativamente por el debilitamiento de la divisa británica, debido a su base de costos en otras monedas. Es más, el caso con acuerdos desfavorables "podría resultar en una reducción de la flexibilidad financiera y operativa de muchas sociedades", en particular, minoristas.
Destaca Natixis AM que la banca, "que supone alrededor del 10 % del PIB británico, se vería enormemente afectado", pues se limitaría la capacidad del sistema para acceder a estructuras financieras en la Zona Euro. "La City londinense podría perder una gran parte de la actividad de negociación que realiza en euros. Además, cabe esperar una importante salida de europeos afincados en Londres. Este hecho podría tener una gran trascendencia, ya que, aparte de la actividad estrictamente bancaria, la estructura demográfica cambiará y penalizará la propia dinámica de la economía de Londres y, por tanto, del Reino Unido", explica
Al mismo tiempo, señala su economista jefe, Philippe Waechter, el Brexit constituiría un importante factor de inestabilidad para la Unión, ya que daría al traste con la percepción de irreversibilidad que ha prevalecido desde los inicios de la integración europea. "Mientras que hace un año, la posible salida de Grecia era de naturaleza punitiva, en el caso de Reino Unido la interpretación sería del tipo ‘Ya no quiero vivir contigo’ (…) Es un mensaje mucho más fuerte y podría animar a otros países a dejar la UE".
Bolsa, deuda y divisas
Yves Maillot, responsable de renta variable europea de la gestora, añade que la salida de Reino Unido podría traer consigo una sacudida en las Bolsa "cuya magnitud resulta difícil de estimar (del 5% al 10% o más) a la vista del probable impacto macroeconómico y los lazos comerciales entre el país y la UE. El enfoque mucho más cauto de los inversores internacionales en lo que respecta a Europa (los flujos en los fondos de Bolsa europea fueron negativos en febrero) es la primera manifestación tangible de este riesgo".
Por su parte, el encargado de crédito, Philippe Berthelot, advierte que "habrá consecuencias en los tipos (a corto y largo plazo) y para todos los títulos de deuda corporativa emitidos en el Reino Unido. Si triunfan los partidarios de la permanencia en la UE, la moneda recuperaría el terreno perdido durante los últimos seis meses y los bonos de los bancos británicos ofrecerían excelentes oportunidades", concluye.
Finalmente, James Butterfill, director del equipo de analistas de ETF Securities, también le pone ‘al mal tiempo buena cara’ y señala: "Las perspectivas de valoración deprimida de la libra abren oportunidades de compra a medio plazo a medida que la incertidumbre se desvanezca. Históricamente, las fuertes caídas esta moneda han sido preludios de fuertes repuntes. Uno de ellos ha sido frente al euro tras la disminución de la volatilidad después de la crisis financiera y el referéndum escocés".
Así, cree que "teniendo en cuenta que se espera que Estados Unidos continúe ajustando los intereses a lo largo del año y el Banco Central Europeo (BCE) mantenga al euro debilitado con su política agresiva de estímulos, esperamos que el cruce euro/libra sea el más adecuado para capitalizar la opción de la permanencia de Reino Unido dentro de la UE".