Bruselas volvió a mejorar las previsiones de crecimiento económico para nuestro país. España crecerá un 2,6% en 2018 y un 2,1% en 2019, según los datos publicados por la Comisión Europea. Revisó al alza la previsión de crecimiento del PIB respecto a las últimas previsiones, elevando una décima décima el dato esperado para cerrar el […]
Dirigentes Digital
| 07 feb 2018
Bruselas volvió a mejorar las previsiones de crecimiento económico para nuestro país. España crecerá un 2,6% en 2018 y un 2,1% en 2019, según los datos publicados por la Comisión Europea. Revisó al alza la previsión de crecimiento del PIB respecto a las últimas previsiones, elevando una décima décima el dato esperado para cerrar el año. Las cifras en esta ocasión superan a las estimadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, que espera un crecimiento del PIB para este ejercicio del 2,5%, desde las anteriores estimaciones del 2,3%. Desde Bruselas se suman al optimismo dejando a un lado las preocupaciones que habían planteado el avance del independentismo en Cataluña, aunque siguen considerando que puede haber riesgos en el futuro. “Aunque los efectos sobre el crecimiento de los acontecimientos recientes en Cataluña permanecen contenidos, futuros acontecimientos pueden tener todavía un impacto, cuyo impacto no puede anticiparse en este momento”, advierte Bruselas en su documento de previsiones económicas de invierno. España registrará estos dos años un mayor crecimiento económico que la media de la zona euro, cuya subida del PIB se estima en el 2,3% para 2018 y del 2% para 2019. En comparación con toda la UE, España crecerá este año tres décimas más que la media, cuya subida se sitúa en un 2,3%. Para 2019 se espera que crezca una décima por encima respecto al conjunto de Europa, que crecerá un 2%. Para nuestro país se espera que el crecimiento del consumo privado disminuya a medida que el ritmo de creación de empleo se modera, pero aún así debería seguir siendo el principal impulsor del crecimiento del PIB. En cuanto a las exportaciones, Bruselas considera que seguirán creciendo de forma dinámica, aunque con crecimientos ligeramente más bajos en 2018 y 2019. En este sentido, como se espera que las exportaciones continúen creciendo más rápido que las importaciones, la contribución del sector externo se espera que continúe siendo positivo. En cuanto a los datos de paro, la Comisión destaca que existen “señales contradictorias” en los datos de paro que se publican en la Encuesta de Población Activa (EPA) y el que registran las oficinas de los servicios públicos de empleo. Por otra parte, las previsiones no ofrecen datos esta vez sobre déficit, donde España incumplía la mayor parte del tiempo los objetivos pactados. A nivel europeo, Rumanía lidera los crecimientos este ejercicio, con una subida del PIB prevista del 4,1%, seguida de Estonia y Latvia (+3,1%) y Lituania (+2,9%). En el otro lado de la lista, con los peores resultados se encuentra Grecia con un crecimiento del 0,8% e Irlanda, con una subida del PIB del 0,9% en 2018. Los siguientes crecimientos más moderados los registrarán Chipre e Italia, con un avance del PIB del 1,2% y del 1,3% respectivamente. Detrás, Finlandia, Bulgaria y Dinamarca, que respectivamente verán subir su PIB un 1,4%. Y de cara a 2019, Rumanía seguirá encabezando el crecimiento con un crecimiento económico del 3%, seguida por Latvia y Hungría, con el 2,9%. Se espera que el país que menos crezca sea Irlanda, con una subida del 1,1%. Para Valdis Dombrovskis, Vicepresidente para el Euro y el Diálogo Social, «la economía europea está superando las expectativas y el sólido crecimiento continuará el próximo año». «Debemos continuar nuestro trabajo asegurando que todos los europeos sientan los beneficios de este crecimiento. Deberíamos usar este tiempo para hacer que las economías sean más resilientes y profundizar en la Unión Económica y Monetaria», indicó. El comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, señaló que la zona euro está experimentando unas tasas de crecimiento no vistas desde antes de la crisis financiera. «El desempleo y los déficits continúan cayendo y la inversión es por fin levantándose de una manera significativa. El crecimiento económico también está más equilibrado que hace una década. Esta ventana de oportunidad para la reforma no permanecerá abierta para siempre: el momento de tomar decisiones ambiciosas necesarias para fortalecer la Unión Económica y Monetaria es ahora», añadió.