Las empresas que tienen su actividad en Europa deberán andarse con cuidado a la hora de fundar sus relaciones con otras entidades. Recientemente numerosas corporaciones han sufrido sanciones rigurosas por violar la competencia en el viejo continente, además de por abuso de una posición dominante dentro del mercado. Bruselas se ha revelado como una entidad […]
Dirigentes Digital
| 25 ene 2018
Las empresas que tienen su actividad en Europa deberán andarse con cuidado a la hora de fundar sus relaciones con otras entidades. Recientemente numerosas corporaciones han sufrido sanciones rigurosas por violar la competencia en el viejo continente, además de por abuso de una posición dominante dentro del mercado. Bruselas se ha revelado como una entidad severa ante los excesos de las empresas. El último caso es el de Qualcomm, una empresa dedicada a la fabricación de componentes para móviles. Se trata de una compañía de origen estadounidense que deberá pagar una multa de 997 millones de euros por abuso de posición dominante. La infracción de este fabricante es el de eliminar la competencia por medio de pagos a Apple para asegurarse de que solo utilizara sus componentes, según afirma la Comisión Europea. La de Qualcomm es la tercera multa más elevada a una única organización, un dato revelador si tenemos en cuenta que las sanciones más altas han correspondido a casos de abuso de posición dominante, con otras características comunes como su dedicación al sector tecnológico o su procedencia. La segunda multa más alta impuesto por Bruselas apunta a Intel, con un total de 1.060 millones de euros, si bien la sanción está suspendida hasta que se examinen las alegaciones de la empresa norteamericana. La mayor multa impuesta por la Comisión Europea la tuvo que afrontar Google, que también abusó de su posición dominante. Se trata del récord hasta la fecha, con una cuantía para una sola empresa de 2.420 millones de euros. En cualquier caso, el castigo más severo con respecto a la cuantía total afecta a cinco fabricantes de camiones que pactaron precios desde 1997 hasta 2011. Se trata de Daimler, DAF, Renault/Volvo, Iveco y MAN. El total de la multa asciende a 2.930 millones de euros, a la que hay que sumar una sanción más reciente en septiembre de 2017 de 880 millones de euros a Scania por pertenecer al cártel, así como por repercutir en sus precios los costes por innovación. De esa forma, la cantidad total alcanza los 3.800 millones de euros para estas seis compañías. Otra de las sanciones con más notoriedad se produjo en 2013, cuando los reguladores europeos sancionaron a seis instituciones financieras con 1.712 millones de euros por manipular las tasas Libor, Tibor y Euribor. La colaboración de UBS y Barclays les sirvió para salir impunes de la sanción que sí recibieron Deutsche Bank, Royal Bank of Scotland, JP Morgan, RP Martin, Citigroup y Société Générale.