La Renta Fija recibe cada vez más el análisis por parte de las gestoras a medida que el mensaje de los bancos centrales ha ido caminando hacia un punto común muy similar: el de la normalización monetaria. Primero comenzó la Reserva Federal y parece que a no muy tardar se le sumará también el Banco […]
Dirigentes Digital
| 14 jul 2017
La Renta Fija recibe cada vez más el análisis por parte de las gestoras a medida que el mensaje de los bancos centrales ha ido caminando hacia un punto común muy similar: el de la normalización monetaria. Primero comenzó la Reserva Federal y parece que a no muy tardar se le sumará también el Banco Central Europeo con la retirada del programa de estímulos de manera paulatina. El llamado tapering. Pero hasta entonces queda recorrido, aunque las sensaciones ya se empiezan a notar. El resultado de las elecciones presidenciales y parlamentarias de Francia ha sido bien recibido por los mercados, mientras que las elecciones rápidas del Reino Unido no han tenido ningún impacto, con el proceso de Brexit continuando como se esperaba. Además, la retórica de los líderes europeos ha vuelto a ser positiva otra vez, y la victoria de Emmanuel Macron en Francia está dando una nueva vida a la asociación franco-alemana. Aunque la situación en Italia todavía puede crear volatilidad, la incertidumbre política máxima parece estar firmemente detrás de nosotros, y la situación se ha vuelto mucho más tranquila en los mercados de bonos. El equipo estratega de Citi afirma que Draghi se ha referido a la subestimación de la inflación como temporal y que la postura de la política debe ser “más acomodaticia con la recuperación económica”. Por tanto, todo parece indicar que con estos nuevos cimientos, a la política monetaria europea le quedan minutos para virar su rumbo. “Esto es especialmente verdad dado que los ajustes de la política monetaria por parte de los bancos centrales occidentales tampoco tendrán la posibilidad de desestabilizar los mercados”, analiza Christel Rendu de Lint, responsable de Renta Fija de UBP. En Estados Unidos, la Fed está aumentando gradualmente sus tipos de interés oficiales. En Europa, el BCE ha anunciado que no reducirá aún más los tipos de interés y ha reducido el ritmo de sus compras de bonos. “Como resultado, la perspectiva de un fuerte aumento de las tipos de interés que causó un colapso en los bonos -que muchos inversores seguían temiendo en la primera mitad de 2017- parece haber sido descartada”, añade. El plan de la Fed para reducir su balance no ha supuesto ninguna sorpresa para los inversores. Es muy probable que las medidas para reducir el balance de la Fed empiecen en septiembre. La próxima subida de tipos sobre fondos federales, por su parte, podría anunciarse en diciembre. Sin embargo, el pronóstico consensuado de tres aumentos de tipos en 2018 parece “exagerado”, en opinión de Rendu de Lint. El enfoque pragmático sería “esperar y ver lo que la FED hace en sus próximas reuniones antes de predecir con qué rapidez la política monetaria volverá a la normalidad en 2018”. Situación de los bonos Así pues, aunque la situación en el mercado de bonos se ha vuelto más clara, los inversores no deben ignorar el riesgo de tipos de interés, porque “los rendimientos de los bonos siguen siendo extremadamente bajos, sobre todo en Europa”. “En estas circunstancias, la gestión activa es vital para proteger las carteras frente a los rendimientos que aumentan -aun gradualmente- a raíz de los movimientos de Estados Unidos”, comenta la experta de UBP. Los inversores necesitan mirar más allá del universo del “euro agregado” para encontrar alternativas que ofrezcan una mayor protección. La situación actual requiere un enfoque holístico y sin restricciones de los mercados de bonos. Según los expertos de AXA, el crédito ha sido resistente a los vaivenes en los tipos “las últimas dos semanas”. Dicho esto, la descompresión entre High Yield (HY) e Investment Grade (IG) “es un riesgo clave a tener en cuenta cuando la disminución cuantitativa (QE) del Banco Central Europeo (BCE) llegue en serio”.