Tras un mes de negociaciones, la compra del 18,58% de BPI por parte de Caixabank no fructifica. Y esto complica el escenario de la entidad lusa que debe deshacerse, por imperativo del BCE, de su participación en el Banco de Fomento de Angola. Según un comunicado remitido a la CNMV, "Caixabank informa de que no […]
Dirigentes Digital
| 25 mar 2016
Tras un mes de negociaciones, la compra del 18,58% de BPI por parte de Caixabank no fructifica. Y esto complica el escenario de la entidad lusa que debe deshacerse, por imperativo del BCE, de su participación en el Banco de Fomento de Angola. Según un comunicado remitido a la CNMV, "Caixabank informa de que no se han conseguido reunir las condiciones necesarias para alcanzar un acuerdo con Santoro Finance".
El banco español, que es ya es el máximo accionista de BPI con el 44,1 % asegura que, "espera seguir colaborando y apoyando a BPI para encontrar una solución a la situación de exceso de concentración de riesgos derivada de su participación de control en BFA (filial angoleña del BPI)".
El Banco Central Europeo (BCE) ha pedido a los bancos comunitarios que reduzcan su exposición al país africano, ya que consideran que no cuenta con un sistema de supervisión bancaria equivalente al europeo. Para evitar problemas futuros, BPI propuso a comienzos de año la separación de los activos portugueses de los angoleños.
La decisión de BPI no gustó a Isabel Dos Santos, hija del presidente de Angola, que iba a ceder su 18,58 % a Caixabank a cambio de poder adquirir el Banco de Fomento de Angola (BFA), propiedad de BPI y del que el banco luso se tiene que desprender antes del próximo 10 de abril para no ver afectados sus niveles de solvencia.
Sin embargo, la oferta de 140 millones de euros formulada por Do Santos a través de Unitel para comrar el 10% de BFA no ha sido aceptada por el Consejo de Administración de BPI. El tiempo corre y a BPI apenas le quedan 15 días para deshacerse de su participación en BFA porque, además sin el visto bueno de Unitel, accionista de referencia de BFA con el 49,9%, la escisión de activos a la que le obliga Bruselas no saldrá adelante.
Otro problema para BPI llega por la cuenta de resultados ya que la mitad de sus ganancias provienen del mercado angoleño y en su balance hay una exposición de 3.300 millones de euros a Angola entre deuda soberana y préstamos.