Con este fin nacía, en 2010, Casablanca Finance City (CFC) para ser incluida, el pasado marzo, en el el Índice de Centros Financieros Globales por primera vez como segunda plaza de África y sexagésimo segunda del mundo. La ‘City’ de Casablanca, que aspira a ser la puerta de entrada de inversores extranjeros en el continente […]
Dirigentes Digital
| 24 jul 2014
Con este fin nacía, en 2010, Casablanca Finance City (CFC) para ser incluida, el pasado marzo, en el el Índice de Centros Financieros Globales por primera vez como segunda plaza de África y sexagésimo segunda del mundo.
La ‘City’ de Casablanca, que aspira a ser la puerta de entrada de inversores extranjeros en el continente africano gracias a su cercanía a Europa y relativa proximidad a EEUU, ha atraído a medio centenar de empresas en sus cuatro primeros años de vida, incluidas BNP Paribas, Onyx, AIG y Boston Consulting Group. Por el momento, la mitad de los candidatos procede de Europa, el 14% de EEUU, el 7% del Golfo y el resto de África. El acceso al África septentrional y occidental de habla francesa es su principal objetivo.
"Establecimos la CFC para ofrecer a las compañías internacionales una plataforma estable desde la cual tener acceso al potencial ilimitado que África ofrece y para construir un entorno empresarial para el norte, oeste y centro de África", aseguraba recientemente Said Ibrahimi, jefe ejecutivo de la Autoridad de la "City" casaui. Aquellas instituciones financieras y corporaciones multinacionales con aspiraciones de establecer oficinas regionales y una clara "vocación africana", enfatiza Ibrahimi, están llamadas a adquirir ‘estatus’ CFC. Éste ofrece ventajas en forma de incentivos fiscales o gestión de de activos en divisas desde fuentes en el extranjero.
La nueva plaza financiera de Casablanca -que aspira a rivalizar con la de Johanesburgo, en Sudáfrica- ofrece una oportunidad de inversión y negocio para las firmas españolas a través del continente africano, ávido de infraestructuras. Por el momento, sin embargo, ninguna gran empresa de nuestro país cotiza en la Bolsa de Casablanca de forma directa -un 30% de la capitalización de la misma pertenece a inversores foráneos-, pero sí hay capital español a través de compañías como Altadis o Tecmed. En abril de 2011, la Bolsa de Casablanca participaba en la creación de la Asociación de Bolsas Francófonas (ABFA), que nacía con el objetivo de promover la integración de las mismas en el África de habla francesa. Además, las oportunidades de negocio de la región no ha pasado desapercibido para la Bolsa de Londres, que firmaba recientemente con la de Casablanca un acuerdo estratégico para expandir la actividad de ésta en el norte y centro de África.
La internacionalización a través de África de las empresas marroquíes refuerza la posición del país vecino como centro financiero regional. "Marruecos no tiene los mismos recursos que otros países vecinos pero goza de estabilidad", afirmaba en Financial Times -que dedicaba un reportaje reciente al momento de la "City" casaui- Youssef Lahlou, responsable de Silk Invest. No en vano, Marruecos ha intensificado sus relaciones económicas con otros países africanos. Rabat goza de acuerdos para evitar la doble imposición con Egipto, Senegal y Gabón y se encuentra próximo a ratificarlos con Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Sudáfrica, República Centroafricana, Guinea Conakry, Seichelles y Sudán. Cuenta además con acuerdos para la protección y promoción de inversiones con países como Túnez, Egipto, Gabón, Gambia, Libia, Mauritania o Sudán así como de libre comercio con otros cinco países norteafricanos.