Según Phaedra Almajid, la ex dircom, se celebró una reunión en un hotel de Luanda, capital de Angola, en 2010, durante el Congreso de la Confederación Africana. Allí, miembros de la Federación catarí prometieron un millón y medio de dólares a un alto dirigente del fútbol africano para su federación si éste les daba su apoyo. Esta operación […]
Dirigentes Digital
| 10 dic 2014
Según Phaedra Almajid, la ex dircom, se celebró una reunión en un hotel de Luanda, capital de Angola, en 2010, durante el Congreso de la Confederación Africana. Allí, miembros de la Federación catarí prometieron un millón y medio de dólares a un alto dirigente del fútbol africano para su federación si éste les daba su apoyo. Esta operación se repitió con otros dos responsables del fútbol africano.
"El caballero respondió, sin ni siquiera mirar a los qataríes: "Ah, un millón de dólares… ¿Por qué no un millón y medio de dólares’", reveló Almajid. A esta pregunta, el emisario catarí le respondió que a cambio le gustaría contar con su apoyo. El interesado se lo aseguró y así acabó la conversación.
En la entrevista, publicada por el diario "France Football", Almajid también sostiene que España y Catar accedieron a apoyarse mutuamente en sus respectivas candidaturas al Mundial, ya que España aspiraba a ser la sede en 2018, tras varias visitas del comité organizador árabe a Madrid y Barcelona.
Esta araboamericana, recuerda que el presidente de la Federación de Fútbol, Hamad bin Jalifa bin Ahmed Al Zani, acompañó al comité de candidatura en 2010 a España para reunirse con Ángel María Villar. Según Almajid, "cuando se trataba de viajes donde sucedían las cosas más comprometedoras, la gente del entorno del emir no participaba. No debía haber ninguna sospecha sobre el emir ni sobre su familia".
Después de tantos años, Almajid ha tomado la decisión de hablar ahora, porque el pasado noviembre la Comisión de Ética de la FIFA consideró que no se produjo "ninguna violación o incumplimiento de las normas y reglamentos correspondientes" en los procesos de candidatura para los mundiales de 2018 y 2022, concedidos a Rusia y Catar, respectivamente. El presidente del órgano de decisión de esta Comisión, el alemán Hans-Joachim Eckert, fue el encargado de anunciarlo, y además, dio por cerrada la investigación sobre los procedimientos de candidaturas y adjudicación de dichos mundiales, después de analizar el informe que había elaborado el órgano de instrucción de la citada comisión. En este, Eckert identificó a Almajid como informadora, aunque sin llegar a nombrarla.
Catar hace sus deberes, cumple y paga. Esto debieron pensar los miembros del Comité de Organización del Mundial 2022, al elegir el país como sede del torneo. Pero seguro no tuvieron en cuenta la cantidad de escándalos que surgirían en torno a esta elección. La compra de votos es solo uno más de ellos.
El primero que surgió fue puramente deportivo. En este país, en verano, la temperatura es de unos 50 grados, lo que hace insoportable la práctica de cualquier deporte en horario de mañana o tarde y en un recinto al aire libre. Para combatir este problema, las 54 federaciones de la UEFA respaldaron una propuesta que apoya la posibilidad de trasladar este evento deportivo a los meses de invierno. De suceder esto, se tendrían que parar las principales ligas de fútbol profesional. Sí es prácticamente imposible jugar, ¿Por qué eligieron a Catar frente a otros países como sede?
Por otro lado, y saliendo de lo deportivo, el diario "The Guardian" publicó que al menos habían fallecido 44 trabajadores empleados en las obras del Mundial por problemas de corazón o accidentes laborales. En Occidente han escuchado con enorme preocupación informaciones que apuntan a que los inmigrantes no tienen acceso al agua, que no cobran y que sus pasaportes permanecen confiscados. Hassan al-Thawadi, secretario general del Comité Supremo de Catar 2022, se apresuró a desmentir la noticia.