Volkswagen, el mayor fabricante europeo de vehículos, está viviendo la mayor crisis en los 78 años de la compañía tras admitir en septiembre que instaló un software para falsificar los datos de emisiones tóxicas. La Comisión Europea ha tenido evidencia durante años de una enorme brecha entre el rendimiento de los coches en el mundo […]
Dirigentes Digital
| 28 oct 2015
Volkswagen, el mayor fabricante europeo de vehículos, está viviendo la mayor crisis en los 78 años de la compañía tras admitir en septiembre que instaló un software para falsificar los datos de emisiones tóxicas.
La Comisión Europea ha tenido evidencia durante años de una enorme brecha entre el rendimiento de los coches en el mundo real y en condiciones de prueba y ha propuesto una legislación para mejorar el régimen de pruebas, informa Reuters. Una resolución respaldada por una mayoría de los miembros de la reunión del Parlamento Europeo en Estrasburgo exigió el informe de la Comisión para el conjunto de la UE tras "una investigación completa y transparente" a finales de marzo del próximo año.
También pidió una rápida aplicación de las pruebas de emisiones reales de conducción para cerrar la brecha entre la cantidad de emisiones de los coches producen en la carretera en contraste con los entornos de prueba artificiales. "Ahora tenemos el momento político para una revisión radical", dijo la política liberal demócrata Catherine Bearder en un comunicado. La resolución no es vinculante pero incrementa la presión sobre la Comisión y los estados miembros, cuyos representantes se espera que voten sobre un nuevo régimen de pruebas en un encuentro a puerta cerrada el miércoles.
La Comisión ha propuesto que el próximo año se inicien test en condiciones reales de los óxidos de nitrógeno, pero la plena aplicación de nuevos modelos sólo sería por etapas desde 2017, siete años después de que la Comisión Europea anunciara la iniciativa. Por otra parte, el Parlamento Europeo el miércoles votará sobre las propuestas para reducir los límites de los contaminantes del aire. Los estados miembro tendrán su oportunidad de pronunciarse sobre los planes a finales de este año.