En 2017 las ventas de automóviles nuevos volverán a crecer, ubicándose entre 320.000 y 330.000 unidades, de acuerdo con el informe “Situación Automotriz Chile 2016-2017”, publicado en diciembre por el BBVA Research.
La proyección, que representa un 10% sobre el resultado de 2016, se explica por “la caída del tipo de cambio, la estabilización de los indicadores de confianza y favorables condiciones financieras”, sostienen los autores del reporte.
En ese escenario, los automóviles chinos continuarían en baja y se abriría un espacio para el crecimiento de las motocicletas, en tanto persistirá la baja penetración de autos eléctricos, principalmente debido a sus altos precios y la ausencia de incentivos e instalaciones apropiadas.
Mejores condiciones
El aumento de las ventas de autos en Chile está asociado a períodos de expansión del PIB, según muestran las estadísticas del Banco Central y de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC) utilizadas en el informe. Así, en los últimos ocho años se observa que la venta de automóviles nuevos tuvo una correlación del 79% con el comportamiento del PIB.
No obstante, en 2016 esa relación se invirtió, al registrarse un leve repunte de la venta tras dos años de ajuste frente a una disminución en el ritmo del PIB. Las tres marcas más destacadas del año fueron Hyundai, Kia y Chevrolet, con un 10,1%, 9,5% y 9,3% de participación del mercado, respectivamente.
Para interpretar ese aumento, los analistas ponen de relieve la valorización de la moneda local (peso) frente al dólar (+3,7%), la estabilización de los indicadores de confianza y la preservación de los tipos de interés, que se mantuvieron en 3,5% durante todo el año, “lo que permitió mantener acotados los costos de financiamiento”.
A corto y medio plazo
El optimismo sobre el desempeño en 2017 podría verse contrariado por una eventual depreciación del peso seguida de un retroceso de la confianza de los consumidores. “En caso de producirse”, señala el reporte, tal baja “se daría junto con un menor crecimiento económico y un deterioro mayor de los indicadores laborales”.
A pesar de que viene aumentando la consideración de elementos ambientales para determinar la adquisición de un vehículo, la adopción de autos eléctricos aún es remota, considerando su ínfima participación actual (0,005%). Los motivos son preponderantemente financieros (son caros).
Este escenario crea condiciones favorables para la expansión de motocicletas, una opción más amigable con el medio ambiente que, además, muestra una baja en la tasa de fallecimientos en el tránsito de 0,2% a 0,07% en diez años, según datos del Gobierno y de la Asociación Nacional de Importadores de Motocicletas (ANIM).
Por último, también hay espacio para la expansión de usos como los propuestos por compañías como Uber y Cabify, mientras que el inicio de la llegada de vehículos autónomos (como los que desarrollan Mercedes y Tesla, entre otras marcas) no se espera para antes de 2021.