El Banco Popular de China registró el crecimiento de la masa monetaria de más sencillo acceso más bajo desde 1997. Este indicador mide el dinero que hay en circulación y que puede ser gastado de forma fácil, por lo que no suma los depósitos a largo plazo y extranjeros, es decir, que en este indicador […]
Dirigentes Digital
| 19 feb 2015
El Banco Popular de China registró el crecimiento de la masa monetaria de más sencillo acceso más bajo desde 1997. Este indicador mide el dinero que hay en circulación y que puede ser gastado de forma fácil, por lo que no suma los depósitos a largo plazo y extranjeros, es decir, que en este indicador se tiene en cuenta solo el dinero que circula dentro de la economía en forma de depósitos corrientes como los depósitos a corto plazo (alrededor de un año). Esta cifra creció un 10,8% en enero, lo que la llevó a situarse por debajo del consenso de mercado que la esperaba en el 12,1% interanual. Un indicador más para desatar las alarmas de los expertos.
Los analistas de Citi apuntan que estos datos pueden deberse en parte a un efecto estacional, pero también aseguran que esta cifra sugiere la existencia de una contracción en la liquidez en un momento en el que se están produciendo salidas de capital y que pueden arrastrar al mercado de la renta variable y tener efectos en la reducción del multiplicador monetario.
Un dato más a tener en cuenta en este contexto en el que China vive un momento de cambio económico. Los indicadores macro han llevado al Gobierno del país a buscar nuevas formas de crecimiento para evitar que el mantra del "new normal" se convierta simplemente en una ralentización del crecimiento. Las empresas y el Estado buscan un plan B para evitar efectos negativos de esta nueva etapa.
Medidas gubernamentales
Entre las medidas que está tomando Pekín se encuentra una hoja de ruta para ofrecer crédito a los emprendedores así como a los granjeros o inversores. Una medida para tratar de potenciar el crecimiento del país mediante inyecciones monetarias encubiertas. Sin embargo, algunas empresas se están mostrando reacias a tomar prestado el dinero mientras que los analistas también advierten que algunas entidades evitan extender algunos préstamos a las compañías más pequeñas por temor a que no puedan devolverlos.
El momentum económico afecta más a algunos sectores que a otros. Quizá el más perjudicado sea el de las empresas que tienen que ver con la construcción y el inmobiliario. Una industria que supone un 25% del PIB chino si se tienen en cuenta el sector del acero, el cemento y las industrias relacionadas con ellos. Desde la industria, los afectados reclaman al Gobierno chino que mejore las condiciones de financiación del sector para que las empresas puedan seguir desarrollando su actividad.
Para potenciar la agricultura y la ganadería, desde el ministerio de Economía del país se ha desarrollado un plan para dar a los granjeros ayudas hasta un total de 644 millones de dólares. La fórmula elegida serán un plan de subsidios que se podrá utilizar para comprar maquinaria.