China está a la vanguardia de la disrupción tecnológica, y la economía colaborativa es su nuevo objetivo. El gigante asiático no sólo es la segunda mayor economía del mundo, sino que compite por posicionarse como la más innovadora. En un entorno global cambiante, y en plena transformación de su modelo productivo hacia el comercio interior, el […]
Dirigentes Digital
| 11 jul 2017
China está a la vanguardia de la disrupción tecnológica, y la economía colaborativa es su nuevo objetivo. El gigante asiático no sólo es la segunda mayor economía del mundo, sino que compite por posicionarse como la más innovadora. En un entorno global cambiante, y en plena transformación de su modelo productivo hacia el comercio interior, el consumo doméstico fue el responsable del 64% del avance en su PIB durante 2016 y del 20% del crecimiento en el PIB mundial, según los datos del Foro Económico Mundial. El target de mercado es ilimitado en uno de los países más poblados del planeta y las empresas colaborativas también quieren aprovechar la nueva ‘explosión’ de la demanda asiática. Sólo en 2015, este sector movió hasta 202.000 millones de euros, cifra que se duplicó en 2016 hasta los 440.000 millones (103%), según las estimaciones iniciales del Gobierno. Las previsiones nacionales son muy optimistas: se espera que el sector crezca en media un 40% anual en los próximos cinco años, para 2020, la economía colaborativa podría equivaler al 10% del PIB asiático, cifra que alcanzará el 20% en 2025. Sólo el año pasado, hasta 600 millones de personas participaron en este tipo de negocios, frente a los 100 millones de 2015. Las plataformas colaborativas crearon hasta 5,85 millones de trabajos, lo que supone 850.000 más que en el ejercicio anterior. Este nicho de mercado no ha pasado inadvertido para las empresas. Entre los referentes en el sector destaca el gigante Didi Chuxing, que compró Uber China en agosto de 2016 para convertirse en la compañía de transporte colaborativo más grande del mundo. La empresa tiene tan sólo cinco años de vida y ya ha alcanzado los 1.400 millones de viajes, cifra que Uber alcanzó en seis años. Además, los consumidores chinos han demostrado estar muy concienciados con el uso de estas plataformas; en 2015 los usuarios de Didi compartieron una media de 1,14 millones de viajes al día, lo que equivale a un ahorro anual de 510 millones de litros de carburante y 13,55 millones de toneladas de dióxido de carbono. La economía colaborativa ha alcanzado todas las esferas del gigante asiático: desde paraguas por horas, hasta pelótas de baloncesto o cargadores de móviles. Una de las claves de su éxito es la predisposición de los ciudadanos chinos a acoger estos adelantos: los usuarios de dispositivos móviles ya alcanzan los 980,6 millones, las tecnologías como Alipay y Wechat se han expandido rápidamente. Sólo en 2016, hasta 195 millones de personas utilizaron los métodos de pago móvil, frente a los 37 millones en Estados Unidos.