Tras las fuertes pérdidas del lunes que obligaron a la Bolsa china a adelantar el cierre por primera vez en su historia, el banco central del país decidió salir al rescate con una nueva inyección de 20.000 millones de dólares que al menos servía para apoyar una aparente tranquilidad en el mercado local. Sin embargo, […]
Dirigentes Digital
| 05 ene 2016
Tras las fuertes pérdidas del lunes que obligaron a la Bolsa china a adelantar el cierre por primera vez en su historia, el banco central del país decidió salir al rescate con una nueva inyección de 20.000 millones de dólares que al menos servía para apoyar una aparente tranquilidad en el mercado local. Sin embargo, las voces de alarma empiezan a alertar sobre la distorsión de un mercado que, actualmente, se sostiene por las ayudas del organismo monetario.
Desde Renta 4 Banco recuerdan cómo el People’s Bank of China ha llevado a cabo seis bajadas de tipos de interés desde noviembre de 2014. "El recién terminado 2015 será el de menor crecimiento de los últimos 25 años, y nada indica que esa tónica cambie en el nuevo año", advierten.
En el mismo sentido se manifiesta Fernando Borreguero, analista de mercados de IG, al asegurar que "no creo que a estas alturas nadie pensase en una recuperación milagrosa de las bolsas después del complejo último trimestre de 2015 que hemos vivido, pero esta primera bofetada nada más empezar puede ser difícil de asimilar".
A su juicio, la jornada del lunes demuestra que "China es quien marca ahora el ritmo al que bailan los mercados". Borreguero no piensa que la situación vivida el pasado mes de agosto, con el pánico inversor evaporando casi un 20% del valor de las principales Bolsas europeas, se repita ahora. Pero es consciente de que "el mercado es ciertamente irracional en muchos sentidos y solo podemos intentar adaptarnos lo mejor que podamos".
Para los expertos de Threadneedle, China sigue siendo el gran interrogante para el nuevo año. "La desaceleración económica sigue vigente, pero nadie puede poner la mano en el fuego sobre su posible duración o gravedad", indican. En el mismo sentido se muestra Stephanie Flanders desde JP Morgan AM, indicando que el actual desafío del gigante asiático es gestionar su desaceleración cíclica sin socavar su migración estructural hacia una economía más orientada al consumo, "que amén de resultar beneficiosa para el propio país corregiría también ciertos desequilibrios mundiales".
Del mismo modo, urge a la nación a encontrar la fórmula para revertir los excesos financieros acumulados desde el auge del crédito posterior a la crisis, "preferiblemente antes de abrir por completo su cuenta de capital al resto del mundo".
Desde la firma confían en que las medidas adoptadas en los últimos meses ayuden a estabilizar la economía china, algo que podría aliviar la presión de los dirigentes para depreciar de nuevo el tipo de cambio para estimular las exportaciones netas y combatir la deflación. "Pese a lo anterior, tanto China como su divisa serán temas fundamentales para los inversores en 2016", indica Flanders.