Para tratar de parar la sangría que asoló a la renta variable durante el verano, el Gobierno entró en escena con un intervencionismo que no gusto a algunos y que, en principio, fue insuficiente para otros. Prohibición de cortos, suspensión de valores, amenazas penales… fueron algunas de las medidas implementadas por Pekín, junto con la […]
Dirigentes Digital
| 12 nov 2015
Para tratar de parar la sangría que asoló a la renta variable durante el verano, el Gobierno entró en escena con un intervencionismo que no gusto a algunos y que, en principio, fue insuficiente para otros. Prohibición de cortos, suspensión de valores, amenazas penales… fueron algunas de las medidas implementadas por Pekín, junto con la interrupción de las salidas a Bolsa que volverán a reanudarse a finales de año, tras cuatro meses en stand by.
La Comisión Reguladora de Valores de China (CSRC por sus siglas en inglés) ha decidido "reabrir la veda" tras elaborar una serie de directrices sobre fijación de precio, listing y suscripción de acciones, que "abordan varias de las ineficiencias clave que han añadido riesgo y volatilidad a la renta variable", destaca Moody’s.
En opinión de la agencia de calificación crediticia esta medida se encuentra en línea con los "últimos indicios de estabilización provisional del sentimiento del mercado y facilitará el retorno completo a la normalidad en el entorno operativo de las compañías de colocación de valores".
Asimismo, las nuevas reglas "mejoran el funcionamiento del mercado en aspectos técnicos clave. Por ejemplo, bajo la nueva norma de suscripción de las salidas a Bolsa, los inversores sólo están obligados a pagar por los títulos asignados una vez reciban la asignación, en lugar de hacerlo antes como hasta ahora". Un paso que creen "reducirá sustancialmente las grandes oscilaciones en los flujos de fondos entre los mercados primario y secundario y la volatilidad resultante".
Por su parte, desde Capital Economics interpretan el rebote superior al 20% experimentado por el Shanghai Composite desde los mínimos de agosto también en positivo: "Parece que todas las preocupaciones apocalípticas que fueron el centro de atención hace apenas un par de meses se han olvidad", afirma David Rees.
Reitera la firma su idea de que China no está al borde de la crisis, a pesar de que su crecimiento se ha desacelerado. "De hecho, esperamos que se comporte relativamente bien en el próximo par de años". Sin embargo, consideran que "aunque parte de la recuperación vivida por la Bolsa está justificado, tenemos la sensación de que el tamaño de rebote puede ser excesivo". Su objetivo para el selectivo es de 3.500 puntos para finales de 2016 y ya cotiza por encima.
Ahora bien, recuerda que dos tercios de las acciones que se negocian en este mercado no pueden ser adquiridas por inversores extranjeros, lo que "debería limitar, en teoría, el impacto de cualquier ‘susto’ en otras regiones", pero no podemos olvidar que el estallido de la burbuja en Shanghai ha tenido "réplicas" en todo el mundo, por lo que es un riesgo clave a vigilar antes de la reunión de la Reserva Federal (Fed) de diciembre.