La desaceleración del gigante asiático está lejos de ser una frenazo brusco. Desde los máximos registrados en el cuarto trimestre de 2010 cuando creció al 11,9% la economía china acumula ejercicio tras ejercicio un descenso paulatino y sostenido. En 2012 mejoró un 7,8%, en 2013 al 7,7%, 2014 creció un 7,3% y el dato que […]
Dirigentes Digital
| 19 ene 2016
La desaceleración del gigante asiático está lejos de ser una frenazo brusco. Desde los máximos registrados en el cuarto trimestre de 2010 cuando creció al 11,9% la economía china acumula ejercicio tras ejercicio un descenso paulatino y sostenido. En 2012 mejoró un 7,8%, en 2013 al 7,7%, 2014 creció un 7,3% y el dato que acabamos de conocer apenas registra una caída del 0,5% hasta el 6,9% Según Pablo García, director de Carax Alphavalue son datos tranquilizadores que nos hacen preguntarnos ¿A qué tenemos tanto miedo? Es evidente que ritmos de crecimiento cercano al 12% que China registraba en 2010 no son sostenibles y, en su día, también preocupaban ante el riesgo de un recalentamiento de la economía.
Lo que confirman los datos del PIB chino es, además, la transición de una economía manufacturera a una de servicios. El objetivo a medio y largo plazo es que dejemos de hablar del "made in China" para hablar del "Chinese consumer" Así se explican las apuestas recientes de gigantes del retail como Starbucks al anunciar la apertura de 500 nuevos establecimientos o de Nestle que ha alcanzado un acuerdo con Alibaba en China para aumentar las ventas on line, construir nuevas marcas y productos para el mercado chino.
China cambia hacia un nuevo modelo en el que el consumidor es clave. En 2015 las ventas minoritas crecieron al 10,7% y las ventas on line suponen ya el 13% del total cuando en 2008 apenas representaba el 1%. La mayoría de las ventas minoristas se producen, como es lógico, en zonas urbanas porque la agricultura crece al 3,9% y la industria al 6%, indicadores ambos que, según los expertos se van a seguir moderando en el futuro.
Para completar esta transición hace falta también que los consumidores chinos tengan dinero en el bolsillo y en esto también vemos una tendencia clara. En 2015 la renta disponible aumentó al 7,4%, por encima del PIB. Por el contrario, los que sí tienen miedo sobre la marcha económica china se fijan en las débiles exportaciones, el enfriamiento de la inversión y en el débil mercado inmobiliario. De este lado están los que reclaman estímulos a las autoridades ante los temores de un frenazo brusco de la economía y también los que destacan que el dato del PIB de 2015 es el más bajo de los últimos 25 años pero ¿Puede una economía crecer por encima del 10% eternamente?