Compañías chinas y rusas han firmado un contrato en San Petersburgo para realizar de forma conjunta un estudio previo a la construcción y el diseño del tren de alta velocidad Moscú-Kazán, en Rusia. China Railway Eryuan Engineering Group (Creeg) es una de las compañías de consultoría y diseño de ingeniería de alto nivel en China. […]
Dirigentes Digital
| 21 jun 2015
Compañías chinas y rusas han firmado un contrato en San Petersburgo para realizar de forma conjunta un estudio previo a la construcción y el diseño del tren de alta velocidad Moscú-Kazán, en Rusia.
China Railway Eryuan Engineering Group (Creeg) es una de las compañías de consultoría y diseño de ingeniería de alto nivel en China. Conforme al contrato de 20.790 millones de rublos (alrededor de 380 millones de dólares), la compañía china trabajará con los socios rusos para realizar el estudio, la planeación de desarrollo regional y el diseño del tren de alta velocidad entre 2015 y 2016.
La firma del contrato representa una acción concreta para la construcción de un tren de 20.000 millones de dólares, el cual quedará terminado en 2018 según informa la agencia Xinhua. También será la primera vez que la tecnología china de trenes de alta velocidad salga al mundo.
La vía férrea de 770 kilómetros es un proyecto clave de desarrollo de infraestructura en Rusia que abarcará las tierras congeladas entre Moscú y Kazán, capital de la República rusa de Tartaristán.
Con una velocidad de diseño de máxima 400 kilómetros por hora, el tren transportará a millones de pasajeros cada año y reducirá el tiempo de viaje entre las dos ciudades de 14 a tres horas y media. En el largo plazo, el tren de alta velocidad será extendido a Ekaterinburgo, a alrededor de 1.600 kilómetros al este de Moscú. Será parte del corredor de transporte de alta velocidad planeado entre Beijing y Moscú.
Las compañías chinas han desarrollados capacidades de clase mundial en la construcción de trenes de alta velocidad en condiciones naturales extremas. El tren de alta velocidad Harbin-Dalian, en China, fue construido en terrenos congelados con temperaturas de – 50 grados centígrados.