China es el mercado más grande y con mayor potencial de crecimiento para las
empresas tecnológicas. Desde que su economía se abriera al consumo se ha convertido en una prioridad para las compañías de todo el mundo y los gigantes tecnológicos no son una excepción, que mantiene una dura batalla.
Para la coreana Samsung el gigante asiático es una de sus principales fuentes de ingresos, sobre todo por la venta de teléfonos móvil. Un reciente informe de China Brand Research Center viene a confirmar los indicios que mostró la compañía en sus resultados trimestrales de la semana pasado, cuando informó que su beneficio se desplomó un 60% hasta los 3.050 millones.
Según el documento, Samsung acaba de perder la hegemonía en ventas de smartphones a favor de Apple. Un hito importante ya que desde 2012 lideraba las ventas en el país y que explica los pobres resultados cosechados recientemente.
La firma incide en que Samsung no logró posicionarse en el primer lugar nuevamente debido a que no consiguió la lealtad y fidelidad suficiente de su público, pues gran parte de usuarios de Samsung-Android, se han mudado a Apple-iOS.
La compañía admitió que el descenso en el beneficio se debía principalmente a la división de móviles y lo achacó a que se había reducido el margen de beneficio por unidad y no por una caída en ventas.
Sin embargo, los analistas del sector venían advirtiendo que las cosas en los últimos trimestres en China no iban tan bien como deberían. Por un lado, señalaban el empuje de su máximo competidor Apple como preferencia para los consumidores, y por otro lado, alertaban de la irrupción de fabricantes como Xiaomi o Huawei que aumentaban su cuota de mercado dentro del sistema operativo Android con dispositivos más baratos que los de Samsung.