Este fin de semana el primer ministro chino Li Keqiang ha preparado el terreno para la noticia macro más importante de la semana, la del crecimiento económico de China. El líder manifestó su preocupación por la recuperación de la economía global y señaló que con el actual contexto es difícil que el país mantenga tasas […]
Dirigentes Digital
| 18 oct 2015
Este fin de semana el primer ministro chino Li Keqiang ha preparado el terreno para la noticia macro más importante de la semana, la del crecimiento económico de China. El líder manifestó su preocupación por la recuperación de la economía global y señaló que con el actual contexto es difícil que el país mantenga tasas por encima del 7%.
Y así ha sido. El Producto Interior Bruto (PIB) de China creció un 6,9% en el tercer trimestre del año, la cifra más baja desde que se iniciara la crisis financiera mundial, algo que las autoridades del país achacan a las "crecientes presiones bajistas" que afronta internamente el gigante asiático y a una recuperación de la economía global "más débil de la esperada". Esta es la primera vez desde 2009 que el PIB chino cae por debajo del 7%.
"Mientras que el empleo siga siendo adecuado, el ingreso de las personas aumente y el entorno mejore continuamente, un PIB un poco más alto o por debajo del 7% es aceptable", dijo Li en comentarios publicados el sábado. Para las autoridades del país estar cerca de la referencia es importante para no perder la esperanza de cumplir con los objetivos de crecimiento.El discurso oficial sigue manteniendo que cuenta con un mercado laboral y un crecimiento destacable del sector servicios para defender las previsiones oficiales.
Sin embargo, el consenso de economistas internacionales no son tan optimistas al situar el PIB en el 6,8% en tasa interanual, lo que sería la peor cifra desde 2009. El crecimiento de 7% de China en la primera mitad del 2015 ya fue la tasa más lenta desde ese entonces. Autoridades proyectaron una expansión de "casi 7%" en el 2015.
Otros datos negativos que subrayan los expertos son las exportaciones. En lo que va de año han descendido un 1,8 % interanual y las importaciones se han hundido un 15,1 % para un retroceso de los intercambios con el extranjero de un 7,9 %.
El comercio exterior ha ido a peor en el tercer trimestre y, como consecuencia, la actividad industrial ha entrado en contracción, pero en cambio el consumo minorista repuntó en julio y agosto (aún no se conocen los datos de septiembre), así como la inflación.
En el trimestre anterior, las autoridades recurrieron a los estímulos monetarios para apuntalar el crecimiento hasta el 7 %, igual que en el primero, un instrumento al que en el pasado trimestre sólo acudieron una vez: el pasado 25 de agosto con un "doble recorte" (de tipos de interés y coeficiente de caja).
Pero lo que realmente preocupa a los analistas son las consecuencias que ha tenido el pinchazo de la burbuja financiera que se produjo este verano, con un desplome histórico de las bolsas chinas, en la economía real.
La crisis que se vivió este verano en las bolsas chinas centró buena parte de la atención en los últimos meses y mañana las cifras del PIB permitirán calibrar hasta qué punto el pinchazo de la burbuja que se había generado en los parqués afectó a la economía real.