Los ataques a las conexiones de Internet en un país pueden ocurrir en el momento menos esperado, sobre todo si tiene únicamente un proveedor de red. Corea del Norte ha sido el claro ejemplo de vulnerabilidad al contar con una sola vía a Internet ofrecida por una empresa estatal de telecomunicaciones china. Dyn Research, empresa […]
Dirigentes Digital
| 06 ene 2015
Los ataques a las conexiones de Internet en un país pueden ocurrir en el momento menos esperado, sobre todo si tiene únicamente un proveedor de red. Corea del Norte ha sido el claro ejemplo de vulnerabilidad al contar con una sola vía a Internet ofrecida por una empresa estatal de telecomunicaciones china.
Dyn Research, empresa que ha estudiado los recientes fallos en la red de Norcorea, publicó en 2012 un mapa mundial donde reflejaba los países propensos a padecer este tipo de apagones a gran escala.
El mapa está dividido en cuatro grupos con base al número de proveedores de Internet que poseen. Corea del Norte es uno de los 61 países que se ubica en el primer grupo, los cuales tienen entre uno y dos proveedores. Cuba, Etiopía, Libia, Siria, Suriname y Yemen son algunas de las regiones que radican en esta fracción. En el segundo grupo, con entre dos y diez suministradores, se ubican 72 países, entre ellos Uruguay, Bolivia o Irán. Egipto, país donde su presidente Mubarak bloqueó el acceso a Internet durante la primavera árabe, también se encuadra en este segundo grupo.
Los países que poseen de 10 a 40 proveedores se encuentran en el tercer grupo, donde el riesgo de desconexión es muy bajo. De acuerdo a la consultora, 58 países pertenecen a esta segmentación en el que se hallan Afganistán, Chile, China, Colombia o Venezuela, entre otros.
En el último grupo están aquellas regiones que tienen más de 40 proveedores, en donde existe una mayor resistencia a sufrir un apagón de Internet, pues al contar con diversos e independientes abastecedores del servicio, se tendrían que hacer grandes maniobras para dañar las redes al mismo tiempo. En esta categoría se encuentran Argentina, Brasil, Canadá, Estados Unidos y Holanda, de un total de 32 países.
McAfee, empresa de seguridad en Internet, también elaboró en 2012 una lista de países, en este caso los más protegidos frente a los ataques cibernéticos. Según esta, Finlandia, Israel y Suecia son los países más protegidos del mundo.
Antecedentes
Los primeros episodios de la ciberguerra se remontan al año 1999, en Kosovo. Después vendría en 2003 el conflicto de Taiwan y China, Estonia en 2007 o Georgia en 2008. Pero la escalada de ciberataques a través de Internet se ha incrementado exponencialmente durante los últimos años, hasta provocar conflictos de gran magnitud entre las potencias mundiales.
En mayo de 2012, se destapó uno de los conflictos más recientes cuando Irán denunció que había sufrido un ataque cibernético a través del virus Flame (que supuestamente recogía información de ordenadores de científicos iraníes para sabotear el programa nuclear del país). Pero su poder terminó siendo tan letal que los expertos llegaron a calificarlo como "el arma más maligna jamás inventada en la ciberguerra".
España
España es el tercer que más ciberataques recibe. En concreto, en torno a 400 ataques diarios son registrados por empresas de alta tecnología e investigación de nuestro país. El ciberespacio se ha convertido en el escenario de un silencioso conflicto universal, en el que destaca China como fuente de problemas, y en el que España, se aplica a fondo en su defensa mediante el trabajo de cientos de informáticos al servicio de la seguridad del Estado.
La ciberdelincuencia en cifras
Ya en la revista Dirigentes de enero de 2013, publicábamos que el coste asociado al cibercrimen alcanzó los 85.000 millones de euros. Afirmamos entonces que la tendencia era seguir aumentando, y así ha sido. En la actualidad, el cibercrimen mueve más dinero en todo el mundo que el tráfico de drogas, en torno a los 575.000 millones de dólares, que supone el PIB de un país medio. La seguridad nacional se juega cada día más en el ciberespacio, y estos datos lo demuestran.
En uno de los últimos informes del Centro Criptológico Nacional (CCN), dependiente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), se revelaba que en 2013 el número de ciberataques graves sobre intereses estratégicos de nuestro país se habían multiplicado por dos, hasta llegar a los casi cinco mil casos. La pregunta obligada es: ¿estamos preparados para responder a amenazas de esta magnitud?