Las compañías tecnológicas acaparan gran parte de los titulares de información financiera, debido a su peso económico creciente y a su capacidad disruptiva y de creación de nuevos nichos de negocio. Esto ha llevado a muchas de ellas a lanzarse a los mercados, consiguiendo una suerte dispar. Ése ha sido el caso de Facebook que, […]
Dirigentes Digital
| 21 ene 2018
Las compañías tecnológicas acaparan gran parte de los titulares de información financiera, debido a su peso económico creciente y a su capacidad disruptiva y de creación de nuevos nichos de negocio. Esto ha llevado a muchas de ellas a lanzarse a los mercados, consiguiendo una suerte dispar. Ése ha sido el caso de Facebook que, tras un debut bursátil decepcionante, está plenamente consolidada cinco años después. Twitter, sin embargo, entró en Wall Street a un precio de 41,65 dólares por acción y actualmente vuelve a repuntar en torno a los 24 dólares por título tras dos años de pérdidas constantes. Sin embargo, las tecnológicas que prevén salir a Bolsa próximamente prefieren mirarse en otros ejemplos, como los de las tres grandes del sector, Microsoft, Apple y Google, que acumular revalorizaciones de doble dígito en los últimos años y ocupan los primeros puestos mundiales por capitalización bursátil. Los próximos debuts tecnológicos incluyen a empresas tan conocidas y diversas como la plataforma sueca de música en streaming Spotify, la fabricante china de smartphones Xiaomi, la aplicación de alquiler de alojamiento turístico estadounidense Airbnb, la compañía japonesa de telecomunicaciones Softbank y la filial sanitaria de la multinacional germana Siemens, Healthineers. En el caso de Spotify, su IPO (Initial Public Offering, oferta pública de venta de acciones) está prevista para este primer trimestre de 2018, dado que ya ha cumplido con los trámites requeridos por la SEC, la comisión de bolsa y valores de EEUU. La plataforma más conocida de música en streaming afronta su salida a Bolsa con luces y sombras. Por una parte, no ha conseguido grandes resultados, cerrando 2016 con pérdidas de 539 millones de euros, el doble que en 2015 a pesar de duplicar su número de usuarios. Sin embargo, Bloomberg prevé que alcance un valor de 19.000 millones de dólares. Mucho más aspira a alcanzar Xiaomi en su debut, se produzca en Wall Street o en Hong Kong, un dato que aún no ha aclarado. Financial Times desveló que la tecnológica china espera capitalizarse en torno a 100.000 millones de dólares, intentando superar el exitoso estreno en Bolsa de Alibaba hace cuatro años. En este caso, la fabricante china de smartphones y gadgets no sólo afronta una enorme competencia en su sector, dominado actualmente por la surcoreana Samsung y la estadounidense Apple, sino también los posibles cambios en política arancelaria que podría imponer el presidente de EEUU, Donald Trump, respecto a su país. Sin salir de Asia, las perspectivas de Softbank son muy diferentes de las de Xiaomi. La japonesa prepara la salida a bolsa de su filial de telefonía móvil, ofreciendo un 30% de su capital para intentar recaudar 18.000 millones de dólares, que podría producirse en primavera. Al igual que Xiaomi, Softbank tampoco ha aclarado en qué mercado lanzará su filial telefónica, aunque en su caso la duda está entre la Bolsa de Tokio y la de Londres. Elija el emplazamiento que elija, está llamada a ser una de las operaciones más importantes de una empresa nipona en 2018. Airbnb, en cambio, tendrá que equilibrar su fuerte exposición mediática, sus conflictos con el sector hotelero y los cambios de legislación que podrían afectarle a corto plazo. No parece una tarea sencilla para una empresa de alquiler por parte de particulares, pero sus buenos resultados económicos parecen indicar lo contrario. Mientras otras empresas del sector, como Spotify, sufren para generar beneficios, Airbnb cuenta con ingresos netos trimestrales en torno a los 1.000 millones de dólares. Por ello, se espera que alcance una valoración bursátil de 55.000 millones de dólares. Por último, la filial de Siemens, Healthineers, podría colocar un 25% de su capital en la bolsa de Frankfurt. Su objetivo es alcanzar una capitalización en torno a 40.000 millones de euros, lo que le convertiría en el mejor debut bursátil en la bolsa germana en tres décadas, desde la IPO de Deutsche Telekom.