1. No invierta en un producto del que no entiende todas las características ni los principales riesgos asociados. Nunca debemos aventurarnos a contratar un producto financiero si no hemos leído y entendido todas sus cláusulas. 2. Cuidado con las promesas engañosas. La ESMA (European Securities and Markets Authority) ha alertado sobre las promesas de rentabilidad […]
Dirigentes Digital
| 19 nov 2014
1. No invierta en un producto del que no entiende todas las características ni los principales riesgos asociados. Nunca debemos aventurarnos a contratar un producto financiero si no hemos leído y entendido todas sus cláusulas.
2. Cuidado con las promesas engañosas. La ESMA (European Securities and Markets Authority) ha alertado sobre las promesas de rentabilidad "elevada" o "garantizada", que no siempre se ajustan a la realidad. Sobre todo, en determinados productos complejos que se comercializan con campañas muy agresivas.
3. La clave para no llevarnos sorpresa: un buen asesoramiento. El producto perfecto no existe por lo que un profesional del sector, independiente y con experiencia suficiente, será el que nos puede ofrecer las mejores opciones de inversión para nuestro perfil de riesgo y teniendo en cuenta nuestros intereses y prioridades.
4. Hay que tener en cuenta la fecha de vencimiento del producto. Será primordial, sobre todo, si necesitamos coger el dinero antes de la fecha de recuperación de la inversión. Si el producto no es líquido, como suele ocurrir en productos completos, y lo queremos vender antes de tiempo, tendrá un importante descuento sobre el precio de compra
5. Analizar los costes totales asociados al producto (Comisiones, costes fijos…). El coste de una inversión repercutirá en la rentabilidad obtenida con el producto contratado.
6. ¿Conocemos todos los riesgos a los que nos enfrentamos? Existen una serie de riesgos que no debemos obviar antes de tomar una decisión de inversión. El apalancamiento puede multiplicar fácilmente las pérdidas, no hay que olvidar que algunos productos se asocian a diversos riesgos de mercado existe un riesgo de crédito, en aquellos casos en los que el emisor del producto incurra en impagos o la empresa quiebre.