"Los mercados han estado recientemente tan plagados de rotación y volatilidad que lo que un día es una cartera de inversiones perfecta se convierte en una pesadilla al siguiente y es por lo tanto crucial mantener la convicción". Es el primer consejo de los expertos para unos meses en los que sin duda los bancos […]
Dirigentes Digital
| 01 abr 2016
"Los mercados han estado recientemente tan plagados de rotación y volatilidad que lo que un día es una cartera de inversiones perfecta se convierte en una pesadilla al siguiente y es por lo tanto crucial mantener la convicción". Es el primer consejo de los expertos para unos meses en los que sin duda los bancos centrales seguirán siendo protagonistas, con el BCE apostando al ‘todo o nada’ con sus últimas políticas monetarias y la Fed consciente ya de que será muy difícil subir los tipos al ritmo que tenía previsto.
Pese a que los resultados empresariales siguen siendo inferior a los esperados en Europa, y que su comportamiento ha sido peor que el de Wall Street, el consenso de analistas sigue prefiriendo la renta variable de la región frente a la estadounidense e incluso la japonesa, que hasta hace poco había vuelto a ocupar una parte principal en las carteras. Pero cuidado. El pasado ya ha demostrado que el efecto de las medidas del BCE se agota. Y es probable que los inversores quieran cada vez más para avanzar tras las caídas. "La política monetaria está perdiendo fuerza y parece que el momento de una solución más radical se acerca", apunta Lukas Daalder, director de inversiones de Robeco Investment Solutions. "Los bajos tipos de interés y rentabilidades de los bonos parecen haber perdido su capacidad para estimular a la economía e, incluso, podrían haberse convertido en un problema", señala.
Así, algunos expertos hablan incluso de nuevas medidas extremas como el ‘helicopter money’, o el ‘helicóptero del dinero’, que no es otra cosa que la inyección directa de dinero en la economía real. Los cálculos de Nordea apuntan a que el BCE podría soportar desembolsar con esta medida unos 444.000 millones de euros, equivalentes a 1.300 euros por ciudadano.
Pero a la espera de los nuevos pasos de los bancos centrales, los inversores deben tener claro que la volatilidad seguirá muy presente en el parqué. Y aquí, la convicción será puesta a prueba, tentando a los gestores a cambiar sus estrategias, aún cuando no haya suficiente información que lo justifique. Los expertos coinciden en que en un contexto como este, es mejor esperar y no entrar en pánico.
¿Hay suficientes catalizadores?
De momento, al Ibex 35 le quedan aún lejos los 9.544 puntos con los que comenzó el primer trimestre del año. Para los analistas de XTB, "la coyuntura del mercado sigue sin ofrecer las garantías necesarias como para plantearse movimientos relevantes al alza", explicando que los mercados buscan con muy poco éxito nuevos catalizadores que fomenten las subidas.
Para Christophe Donay, director de análisis macroeconómico de Pictet WM, hacen falta al menos uno de tres cambios fundamentales para desencadenar un rally duradero en los mercados. "En primer lugar el precio del petróleo debe sostenerse alrededor de 45 a 50 dólares/barril, pues aumentaría la inflación y disminuirían los riesgos de impago entre empresas de energía", explica, asegurando que "para reequilibrar oferta y demanda, la producción diaria tiene que reducirse en alrededor de 1,5 millones de barriles, lo que puede llevar varios meses".
El segundo factor que observa el experto para desencadenar un rally duradero es también la reversión de las políticas monetarias de los bancos centrales de economías desarrolladas, "incluyendo un movimiento hacia territorio positivo de los tipos de interés del BCE y Banco de Japón para los depósitos de los bancos". Y en tercer lugar, apunta a la necesidad de un nuevo mix de políticas económicas, incluyendo componente fiscal, a fin de disipar presiones deflacionarias en el mundo desarrollado.
Atentos a banca y dividendos
Respecto al Ibex, y después de un trimestre para el olvido, el sector bancario sigue siendo protagonista, con una fuerte divergencia entre las preferencias de los analistas. Mientras la mayoría aconseja permanecer a la espera de futuros resultados, especialmente en lo que a la rentabilidad de las entidades se refiere, el departamento de análisis de Bankinter ha decidido subir su recomendación sobre el sector tras la fuerte corrección sufrida.
Para Scott Meech y Victoria Leggett, del equipo de renta variable europea de UBP, apuestan por valores con ingresos sostenibles. "Son compañías que tienden a exhibir al mismo tiempo balances sólidos y capacidad de generar liquidez. Esto es un aspecto importante para los inversores que, en una situación incierta, no deberían depender solo de la apreciación del capital de sus acciones", indican.
"Está claro que los inversores y gestores se encuentran en una de las situaciones más difíciles de los últimos tiempos respecto a los dividendos. Durante los últimos años, se ha dado una situación benigna que pudo haber provocado sobreconfianza entre los inversores sobre la habilidad de las compañías para pagar dividendos", explican. A su juicio, el pago de dividendos a los accionistas usando deuda en vez de ganancias retenidas no es sostenible. "Por lo tanto, aunque sea más difícil, es importante seleccionar compañías con balances sólidos", indican.
Frente a la renta variable, los bonos de gobiernos globales han comenzando bien el año, con su comienzo más sólido desde 1993. "El hecho de que los inversores estén dispuestos a invertir en una clase de activo en la que más del 25% de los bonos ofrecen una TIR negativa (y por lo tanto garantizan una pérdida en términos nominales si se mantienen hasta vencimiento) muestra que todavía no nos encontramos en una situación libre de incertidumbres", explican desde JP Morgan.
De cara a las próximas semanas, Javier Urones, analista de XTB, explica que "si rompiéramos la zona de los 9.150 puntos técnicamente abriríamos la puerta a visitar los 9.500 puntos y anularíamos el fuerte impulso bajista que se desarrolló a principios de año". Este escenario lamentablemente, no es el más probable desde el punto de vista de los expertos. "La debilidad mostrada tiene vistas de permanecer al menos hasta el cierre del trimestre por lo que esperaríamos en el caso de que se perforaran los soportes del 8.800, un nuevo impulso bajista como mínimo hasta los 8.500 puntos. Son muchas las dudas que sigue despertando la renta variable en este 2016", insisten.