Garantizar que el ejército de las FARC será desarmado, participar políticamente de la vida institucional del país y eliminar las causas estructurales del conflicto. Tales fueron los objetivos que perseguía el Gobierno de Colombia con la firma de paz que negoció con la guerrilla. Para cumplir con los mismos, el Estado se enfrenta ahora al […]
Dirigentes Digital
| 08 ago 2016
Garantizar que el ejército de las FARC será desarmado, participar políticamente de la vida institucional del país y eliminar las causas estructurales del conflicto. Tales fueron los objetivos que perseguía el Gobierno de Colombia con la firma de paz que negoció con la guerrilla.
Para cumplir con los mismos, el Estado se enfrenta ahora al desafío de fortalecer su presencia en las regiones más afectadas por el conflicto. Como derivación de ello, se espera una activación económica a través de obras de infraestructura.
Reconstruir caminos
"Uno de los retos más grandes es crear las condiciones para que los campesinos salgan de las economías ilegales", dice León Valencia, ex guerrillero del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza insurgente de ese país.
"No bastan proyectos productivos. Se requiere una salida integral, que incluye la creación de una cadena de comercialización", puntualiza el analista, devenido politólogo y creador de la Fundación Paz y Reconciliación, en un artículo del periódico El Espectador.
Para crear esa cadena, el Estado debe actuar en las rutas que unen a 280 municipios (los más afectados por el conflicto), lo que supone una inversión equivalente al 0,8% del PIB colombiano, de acuerdo con un estudio de su ONG.
Colaboración internacional
Aunque el programa de obras está en sus primeros pasos, ya se anuncia el interés de inversores privados y públicos. Entre los segundos está Suiza, que aportará 22 millones de dólares para apoyar el proceso.
Así lo confirmó el presidente del Consejo Federal suizo, Johann Schneider-Ammann, que visitó Colombia la primera semana de agosto para firmar acuerdos de cooperación económica.
"Si Colombia se puede estabilizar, para los empresarios suizos va a ser un país aún más atractivo para invertir", dijo Schneider-Amman tras reunirse con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.
La noticia es un aliento para el país, después de que la inversión extranjera directa cayera un 37% en el primer semestre, por la caída de la producción de materias primas y de los sectores mineros y petroleros.
A pesar de ello, el PIB colombiano creció un 3,1% en 2015, según datos del Gobierno, que confía en que la IED podría triplicarse tras consolidarse la paz.
Exportaciones
Las exportaciones colombianas podrían alcanzar los 65.000 millones de dólares anuales, reportando un crecimiento del PIB del 5,9% anual, sugiere el informe "Dividendos económicos de la paz".
El Departamento Nacional de Planeación, autor del estudio, apunta que la expansión económica llegaría a ese índice por el agregado de entre 1,1 y 1,9 puntos adicionales al 4% promedio actual.
China, Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea también han anunciado ayudas económicas a Colombia para el postconflicto.
El enfrentamiento, que lleva más de 50 años, ha dejado unos 8 millones de víctimas entre muertos, heridos, desaparecidos, secuestrados y desplazados, de acuerdo con la Unidad de Víctimas (estatal).