Los cambios realizados en el documento permitirán implementar los acuerdos para que unos 7.000 combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejen las armas y conformen un partido político tras 52 años de violentos enfrentamientos que han dejado unos 220.000 muertos y millones de desplazados. Según informa Reuters, el “Nuevo Acuerdo Final para […]
Dirigentes Digital
| 13 nov 2016
Los cambios realizados en el documento permitirán implementar los acuerdos para que unos 7.000 combatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dejen las armas y conformen un partido político tras 52 años de violentos enfrentamientos que han dejado unos 220.000 muertos y millones de desplazados. Según informa Reuters, el “Nuevo Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera” fue firmado por los jefes de los equipos negociadores, Humberto de La Calle, en representación del Gobierno, e Iván Márquez por las FARC, en presencia de Cuba y Noruega. De la Calle admitió que el contenido del nuevo acuerdo, que no será incorporado a la Constitución, mejora el que fue rechazado por los colombianos y hace precisiones específicas sobre la restricción de la libertad para los integrantes de la guerrilla. “Con humildad reconozco que este acuerdo es mejor en cuanto resuelve muchas de esas críticas e insatisfacciones. Su aceptación no va a ser unánime, como tampoco lo fue en el primer acuerdo. Pero esperamos que la base de apoyo que recoja lo haga más sólido”, declaró el jefe del equipo negociador del Gobierno al revelar que no habrá extranjeros en el tribunal especial de paz. “Se ha eliminado la idea de incorporar el acuerdo a la Constitución Política y al llamado bloque de constitucionalidad. El principio general de garantía de cumplimiento es el compromiso de que ambas partes cumplirán de buena fe lo pactado”, precisó de la Calle. La visión de las FARC “De nuestra parte hemos cedido, incluso extendiendo las fronteras que nos habíamos trazado, desplazándolas hasta los límites de lo razonable y aceptable”, ha declarado Márquez tras la firma. Se desconoce con seguridad si el nuevo acuerdo será sometido de nuevo a referéndum, aunque fuentes del Gobierno dijeron que es posible que el presidente empiece su implementación a través del Congreso. Santos afirmó posteriormente que la posibilidad de que los jefes de las FARC puedan ocupar un cargos de elección popular se mantuvo debido a que no se pudo modificar como lo exigía la oposición política. “Un punto que reclamaban muchos de los del ‘No’ era que los jefes guerrilleros no pudieran ser elegidos. Yo entiendo que este es el sentir de muchos ciudadanos. En la mesa de La Habana los negociadores del Gobierno insistieron mucho en ese punto para responder a esa preocupación”, argumentó el mandatario.”Tengo que decirlo con franqueza. Aquí no se logró avanzar”, precisó. De las declaraciones de Santos y de su jefe negociador en Cuba se infiere que los líderes de las FARC tampoco irán a la cárcel como lo pedía la oposición política. “Este acuerdo, renovado, ajustado, precisado y aclarado debe unirnos, no dividirnos. Esa es mi invitación. A que nos unamos, así el acuerdo no satisfaga todas las aspiraciones de todos los sectores. ¡Es la hora de la unión y la reconciliación!¡Es la hora de dejar atrás las divisiones!”, concluyó Santos.