El edil de Ahora Madrid dimite (aunque sin dejar el acta), porque hace más de cuatro años escribió algunos tuits polémicos que han herido la sensibilidad de algunas personas: "¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero"; promete resucitar la economía y a Marta del Castillo"; "Han tenido que cerrar […]
Dirigentes Digital
| 22 jun 2015
El edil de Ahora Madrid dimite (aunque sin dejar el acta), porque hace más de cuatro años escribió algunos tuits polémicos que han herido la sensibilidad de algunas personas: "¿Cómo meterías a cinco millones de judíos en un 600? En el cenicero"; promete resucitar la economía y a Marta del Castillo"; "Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcàsser para que Irene Villa no fuera a por repuestos"...
Zapata, que ha pedido perdón públicamente, ha explicado a los medios que no es antisemita y rechaza todo tipo de violencia, pero que siempre le ha gustado el humor negro, aunque entiende que "no es lo mismo un tuit realizado por una persona anónima que la expresión de un representante público". El descuido le ha costado la dimisión, muchas explicaciones públicas y la escritura de varias cartas que ha asegurado remitirá "a los principales afectados, como la comunidad judía".
Otros casos sonados de tuits 'espantatrabajos'
El caso de Zapata viene precedido por el también mediático de Nacho Vigalondo. El director de cine, a punto de convertirse en joven imagen del diario El País en 2011, vio cómo su importante fichaje se derrumbaba por un tuit como éste: "Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!".
Pero hay más casos de tuits a contrapié. Este abril la prensa internacional se hacía eco del caso de una joven de Texas que, tras conseguir un trabajo en una pizzería, escribía el siguiente tuit: "Ew, I start this fuck ass job tomorrow" (algo como "Puaj, empiezo esta mierda de trabajo mañana"). No pasaron demasiadas horas hasta que su jefe le escribiera una respuesta, también por Twitter: "And... No, you don't start that FA job today! I just fired you! Good luck with your no money, no job life!" ("Y... No, no empiezas hoy en la M de trabajo. ¡Te acabo de despedir! ¡Buena suerte con tu vida sin dinero ni trabajo!").
Moraleja: meter la pata en Twiter, sobre todo siendo un personaje conocido, puede hacerle pasar algunos días malos, pero si se produce antes de un ascenso laboral, puede ser el fin. Es evidente que las consecuencias en los tres casos han ido más allá de pasar un poco de vergüenza.
Herramientas borratuits para prevenir
Una vez claro que nuestro pasado y por supuesto presente en la red social puede afectar tanto a nuestra carrera profesional como nuestro comportamiento en persona, ha llegado la hora de revisar su Timeline antes de que otros lo hagan y no precisamente con buenas intenciones.
Lo primero que podemos hacer, si tenemos más o menos claro cuál de nuestras ocurrencias puede convertirse en un problema en nuestra nueva etapa laboral, es usar el buscador de tuits del propio Twiter, cuya búsqueda avanzada nos permitirá encontrar las frases que recordemos como más polémicas, por palabra clave, fecha o por destinatario del tuit.
Si no tenemos tan buena memoria, no hay problema. Podemos entrar en "Configuración" de nuestra cuenta y, desde la pestaña "Cuenta", solicitar nuestro archivo de tuits. Sobre el botón que da la orden, Twitter nos informa de que podemos "solicitar un archivo que contenga tu información, comenzando con tu primer Tweet. Se te enviará un enlace por correo electrónico cuando el archivo esté listo para ser descargado". Esto nos permitirá pegar un repaso exhaustivo de todo lo escrito.
En cualquier caso, tanto si hemos detectado los tuits potencialmente peligrosos para nuestra carrera como si no, podemos recurrir a las apps borratuits. La más conocida y reconocida es Delete Multiple Tweets pero también existen Tweet Delete, Twit Wipe, TweetEraser, Twitlan o Delete All My Tweets. Estas herramientas borran automáticamente los tuits o la parte de nuestra Timetable (de tal fecha a tal fecha) que les ordenemos.
Algunas consideraciones
Otra solución radical de indudable eficiencia es la de "muerto el perro, muerta la rabia". Desactivar nuestro perfil y empezar a tuitear de cero nos dejará con un pasado impecable.
Hay que saber que una vez borremos un tuit con cualquiera de los anteriores sistemas no lo podremos recuperar. Ningún usuario de Twitter podrá volver a leerlo, y eso nos incluye a nosotros.
Eso sí, hagamos lo que hagamos, los tuits seguirán en los servidores de Twitter, y debido a un acuerdo entre la red social y Google, las frases de las que queremos deshacernos pueden seguir apareciendo entre los resultados del buscador. Ante este problema, aún caben dos soluciones: "enterrar" el enlace a base de alterar el posicionamiento (si no somos expertos en el tema existen empresas que ofrecen este servicio) y pedir clemencia a Google, realizando una petición de derecho al olvido. Hasta la fecha, el macrobuscador hace caso a una de cada tres reclamaciones enviadas desde España (34 %), mientras que en Europa el porcentaje de borrados alcanza el 44 %.