Después de la visita oficial de la semana pasada del presidente Trump, los líderes de China anunciaron la apertura de su sector financiero a los extranjeros. Durante el segundo mandato del presidente Xi, los extranjeros podrán tener una participación mayoritaria en bancos y otras instituciones financieras. En este sentido, según Susan Joho, economista de Julius […]
Dirigentes Digital
| 20 nov 2017
Después de la visita oficial de la semana pasada del presidente Trump, los líderes de China anunciaron la apertura de su sector financiero a los extranjeros. Durante el segundo mandato del presidente Xi, los extranjeros podrán tener una participación mayoritaria en bancos y otras instituciones financieras. En este sentido, según Susan Joho, economista de Julius Baer, este es un paso hacia una mayor liberalización del sector de los servicios, que puede ayudar a “aumentar la productividad e impulsará las entradas de capital extranjero, lo que aliviará la presión de la salida de capital”. Así pues, se necesitan nuevos impulsores de crecimiento ya que el gobierno apunta a la reducción la capacidad en las “viejas” industrias y estabilizar la carga de la deuda. Busca reducir la producción contaminante en las industrias pesadas, ya que se necesitará menos producción para la construcción en línea con una población china en pico. Con el comienzo de la temporada de invierno, se inician determinadas reducciones por la calefacción. Los cortes de producción se han ordenado en el Norte por razones ambientales. Algo que debería conducir a un enfriamiento del crecimiento de la producción industrial y, junto con una moderada desaceleración orquestada en el mercado de la vivienda, también llevaría a una moderación del crecimiento económico general de ahora en adelante. Una de las industrias más afectadas por la temporada de calefacción es el aluminio, no solo en términos de producción primaria sino también en materias primas. Si bien la orden del gobierno de reducir el 30% de la capacidad parece clara a primera vista, han surgido incertidumbres sobre si los inicios planeados pueden ser sostenibles. De ser cierto, el impacto en el mercado sería mucho “más limitado de lo que inicialmente se temía”, apunta la experta del banco privado. Desde Lloyd George Managment, sostienen que el crecimiento económico en China podría reducirse hasta “el 5%”, aunque el cambio en infraestructuras y expansión impulsado por las exportaciones hará que “la demanda interna del consumidor se acelere”. De esta manera, consideran que hay que enfocarse “en sectores clave como la sanidad, la educación, el gasto de los consumidores, Internet y los viajes y el turismo, donde continua el crecimiento de dos dígitos”. En cuanto a divisas, el Renminbi chino es probable que se “quede estable”. Las reformas de las SOEs sobreendeudadas en ciertas industrias tales como acero, productos químicos, cemento, envío incluso bancos y telecomunicaciones (que tienen problemas de exceso de capacidad), se acelerarán y pueden “ofrecer oportunidades de inversión a medida que se identifican campeones nacionales en cada industria importante”.