Tipos a la baja, compresión de spreads, restricciones regulatorias, expansión de los ETFs… Una combinación que ha llevado a ciertos nichos de mercado menos líquidos a ofrecer un redimiento potencial de lo que está justificado por su falta de liquidez inherente. Una oportunidad para Amundi, si sabemos cómo aprovecharla… Su CIO de inversiones alternativas, Heinrich […]
Dirigentes Digital
| 26 oct 2016
Tipos a la baja, compresión de spreads, restricciones regulatorias, expansión de los ETFs… Una combinación que ha llevado a ciertos nichos de mercado menos líquidos a ofrecer un redimiento potencial de lo que está justificado por su falta de liquidez inherente. Una oportunidad para Amundi, si sabemos cómo aprovecharla… Su CIO de inversiones alternativas, Heinrich Merz, lo deja claro, antes de aproximarnos a estas estrategias basadas en la liquidez (o en su escasez más bien), debemos ser conscientes que sólo son válidas para inversores “con un amplio horizonte de capital, pues el juego de activos y pasivos es la clave”. Y es que, recuerda, “la inherente falta de liquidez diaria o incluso trimestral supone un riesgo claro para el corto plazo o para los inversores apalancados que podrían verse en una posición de a pedir dinero en efectivo en el corto plazo”. Seguidamente, indica, a la hora de evaluar las zonas menos líquidas de mercado “nos centramos en la identificación de nichos en los que el riesgo de una pérdida permanente del capital a vencimiento es baja, mientras que la expectativa de retornos ante la maduración del activo es alta, teniendo en cuenta su exposición a otros factores”. En concreto, detalla, se trata de una aproximación de largo plazo, bottom-up para identificar “el valor que un inversor puede presuponer al mantener la inversión hasta su vencimiento”. Por su parte, la liquidez propiamente dicha, explica Merz, “está influenciada por una amplía gama de factores. En materia de crédito, los más importantes son tamaño y complejidad”. Así, señala, la rentabilidad del 3,5% en las emisiones pequeñas de bonos de Estados Unidos (entre 100 y 300 millones de dólares) sobre las grandes (más de 300 millones) “ofrece amplías evidencias de que una prima de iliquidez”. Con todo, a pesar de la oportunidad que se observa, reitera: “La selección cuidadosa del crédito, el timing y la amplitud de horizontes son claves”.