El precio de la luz es una polémica que, pese a tener cada vez más información, no cesa por ser una creciente preocupación para los consumidores que, en muchos casos, tienen que hacer frente a finales de mes a unas facturas abusivas en el precio de la luz que no saben cómo frenar. La empresa […]
Dirigentes Digital
| 16 nov 2015
El precio de la luz es una polémica que, pese a tener cada vez más información, no cesa por ser una creciente preocupación para los consumidores que, en muchos casos, tienen que hacer frente a finales de mes a unas facturas abusivas en el precio de la luz que no saben cómo frenar.
La empresa de energía Kwiil cree necesario involucrar y hacer participe al usuario para reducir el pago de la luz ya que, rebajar los precios de la energía no solo es responsabilidad del sector eléctrico sino también del cliente. Por este motivo, la startup presenta un conjunto de medidas para lograr el máximo ahorro en el hogar y abaratar la factura de la luz.
– Utilización de un sistema de monitorización del consumo: El usuario necesita ganar conciencia sobre cómo los distintos equipos que conviven en el hogar van aumentando el gasto energético a lo largo del día, y de este modo, tener criterio para decidir las medidas de ahorro y lograr reducir su factura de la luz. De esta forma, cuando el consumidor asume una mayor conciencia de ahorro consigue reducir el gasto medio entre un 5% y 15%, en gran parte debido a la disminución del gasto por "descuidos" y "olvidos".
– Mejorar el contrato del suministro: En el mercado español hay más de 100 empresas comercializadoras de energía a las que el consumidor puede recurrir para mejorar las condiciones de su contrato de suministro. El problema es que la tarifa eléctrica, que está regulada y su cumplimiento es obligatorio para todos los usuarios es muy poco transparente, por lo que la mayoría de las personas tienen que hacer un acto de fe de lo que se va a ahorrar con la nueva comercializadora, y más adelante, cuando le lleguen las facturas, tampoco tienen las herramientas para comprobar cuanto se ha ahorrado frente a la situación anterior.
– Disminuir el consumo de los electrodomésticos: El consumo de los electrodomésticos que habitualmente se sitúan en la cocina supone un 30% del consumo eléctrico total de la vivienda y éste se puede reducir mediante un correcto uso y mantenimiento de los equipos, un adecuado aprovechamiento de los equipos así como guardar o mantener una buena temperatura en el interior de estos.
– Utilización de la iluminación eficiente: El consumo de iluminación de un hogar medio supone aproximadamente el 20% de la factura eléctrica. Sin embargo, para reducir el uso de la luz artificial el consumidor puede aumentar el aprovechamiento de la luz natural, abriendo cortinas y persianas, así como controlar mejor el uso de la luz artificial asegurando que no se producen olvidos o que las lámparas no excedan la potencia necesaria, entre otras. Por último, la sustitución de la iluminación convencional por otras tecnologías, como la tecnología LED, pueden suponer hasta un 75% de ahorro en el consumo.
– Utilización de la ventilación natural: El consumo en refrigeración de un hogar medio puede suponer aproximadamente hasta un 10-15% del consumo energético anual, y en los meses de verano es superior al 50%. El cliente puede ahorrar hasta un 10% empleando la ventilación natural mediante la apertura de las ventanas de fachadas opuestas para generar corriente de aire en el interior de la vivienda o la ventilación vertical, si la vivienda dispone de un espacio de circulación vertical o un patio central, abriendo ventanas de planta baja y planta alta para lograr el efecto "chimenea".
– Reducción del consumo de agua caliente y calefacción: El consumo en calefacción de un hogar medio supone aproximadamente hasta un 25% de la vivienda pero, dicho gasto puede reducirse un 25% simplemente cambiando los hábitos de consumo bajo los siguiente principios: evitar el enfriamiento innecesario de la vivienda a través de ventanas y puertas abiertas, utilizar adecuadamente los sistemas de control con un termostato y realizar un mantenimiento correcto de los equipos. El agua caliente es, después de la calefacción, el segundo elemento de consumo de energía en nuestros hogares. Esta partida se lleva entre un 20% – 30% del consumo energético total. Pero si queremos ahorrar en el gasto del agua caliente hay que actuar sobre las actividades cotidianas que realizamos: abrir el grifo solo el tiempo necesario, ducharse en lugar de bañarse, usar el lavavajillas, ajustar la posición de los grifos, etc… Por último, la reducción en el gasto de la refrigeración puede reducirse bajando la demanda de los equipos y mejorando la eficiencia de los mismos.
– Perfeccionar las medidas de aislamiento: Un adecuado aislamiento en paredes, tejados y sobre todo ventanas consigue reducir significativamente los consumos. Por ejemplo, mediante el uso de ventanas con doble cristal o la aplicación de pinturas térmicas. Las protecciones solares móviles (toldos, persianas y lamas orientales) es una medida eficaz para evitar el sobrecalentamiento en la vivienda, fundamentalmente durante el verano.
– Utilización de las energías renovables: Una vez se tiene claro el mínimo consumo al que se puede llegar en la vivienda, el siguiente paso es generar la energía necesaria. Una alternativa son las energías renovables para el autoconsumo: fotovoltaica, mini eólica o solar térmica aunque, actualmente, la generación de energía eléctrica para este fin está restringida. Desde Kwiil esperan que la regulación española pronto se alinee con la normativa europea y se limiten las restricciones.