Ya el año pasado se veía que el perfil del comprador de vivienda en España había cambiado. Era "más confiado en el futuro, más predispuesto a comprar, con mayor presupuesto y financieramente más solvente", y este año esa descripción se consolida. Así lo recoge el último informe "El perfil del comprador de vivienda" presentado por […]
Dirigentes Digital
| 13 sep 2016
Ya el año pasado se veía que el perfil del comprador de vivienda en España había cambiado. Era "más confiado en el futuro, más predispuesto a comprar, con mayor presupuesto y financieramente más solvente", y este año esa descripción se consolida. Así lo recoge el último informe "El perfil del comprador de vivienda" presentado por Planner Exhibitions y ST Sociedad de Tasación.
¿Por qué hay un nuevo perfil de comprador? Desde 2015, según explica el informe de Sociedad de Tasación, la mejora de la situación económica y el regreso moderado del crédito hipotecario atrajo a estos nuevos compradores, algo que se ha consumado en este año. Además, este año señalan un nuevo factor añadido: aumento de los presupuestos de compra. Mientras caen quien tienen hasta 150.000 euros para comprar una casa, crecen los que tienen entre 150.000 y 300.000 e incluso los que tienen más de 300.000 euros. De hecho, el porcentaje de compradores con más de 300.000 euros de presupuesto en 2016 es el más alto de toda la serie histórica y queda muy próximo de los valores medios precrisis.
Según los datos del informe, el comprador de 23 y 35 años es el mayoritario con una cuota de mercado que permanece estable desde 2013 en el entorno del 41%. Sin embargo, la verdadera locomotora de la demanda residencial ha sido el grupo de edad de entre 36 y 45 años, que ya suponen en torno al 36% y crecen casi siete puntos. Los mayores de 45 son los que más retroceden.
La mayoría de los compradores españoles buscan adquirir una vivienda por su deseo de dejar de ser alquilados para ser propietarios. Cae, en cambio, el "formar un nuevo hogar" como motivo principal, algo que durante los años más duros de la crisis fue la principal razón de los españoles para comprar una vivienda. También retrocede ligeramente el deseo de invertir como motivo, "probablemente porque la continua subida de precios está empezando a restar atractivo a las rentabilidades que espera el pequeño inversor", advierte el informe.
El comprador español tiene ahora más prisa por adquirir su casa que hace un año. El 43,5% quiere comprar en cuanto encuentre la que le gusta, mientras que el 35,5% prefiere retrasar la decisión hasta un año, cifras justo al contrario que en 2015.
La recuperación del precio de la vivienda también está afectando a la capacidad de autofinanciación de los demandantes. Cada vez son menos los que pueden asumir la totalidad de la compra y cada vez más, quienes tienen que financiar más del 80%.
"Todos estos cambios comienzan a manifestar su influencia en las expectativas de los compradores, que aun siendo claramente optimistas no pueden evitar traslucir los primeros síntomas de cierto pesimismo", señalan los creadores del informe.