No es ilegal, pero la ingeniería fiscal de Ikea roza los límites legales aprovechando las rendijas tributarias que ofrece la Unión Europea. El grupo europarlamentario de Los Verdes ha denunciado ante la Comisión Europea a la multinacional sueca por evasión de impuestos. Según los cálculos de la formación, las prácticas de la compañía han ahorrado […]
Dirigentes Digital
| 16 feb 2016
No es ilegal, pero la ingeniería fiscal de Ikea roza los límites legales aprovechando las rendijas tributarias que ofrece la Unión Europea. El grupo europarlamentario de Los Verdes ha denunciado ante la Comisión Europea a la multinacional sueca por evasión de impuestos. Según los cálculos de la formación, las prácticas de la compañía han ahorrado 1.000 millones de euros durante los últimos años en pago de impuestos en los distintos países donde opera.
La denuncia contempla un diseño societario con dos fundaciones secretas en Holanda y Liechtenstein y gracias al trato amistoso en materia fiscal de Luxemburgo y Holanda. Ikea tiene tiendas en Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, España, Finlandia, Francia, Hungría, Italia, Holanda, Polonia, Portugal, Reino Unido y República Checa. En la mayoría de los casos utiliza filiales en cada país que pagan un 3% de sus beneficios por uso de la marca en concepto de royalties, a la matriz europea radicada en Holanda. Con lo que este importe queda liberados del Impuesto de Sociedades en los respectivos estados y los ingresos se derivan a Luxemburgo, donde prácticamente no se paga impuestos y de allí son rebotados a una fundación en Liechtenstein.
La compañía también se benefició de los regímenes fiscales en Luxemburgo y Bélgica en el periodo comprendido entre 2008 y 2014 y que fueron revelados por el escándalo de los Luxleaks, donde más de 300 empresas se beneficiaron de tratos bilaterales secretos en materia fiscal con varios Estados. La Comisión Europea ha sancionado a Holanda y Luxemburgo por trato irregular a compañías como Starbucks y Fiat.