Al más puro estilo de “El lobo de Wall Street”, esa era la forma de actuar del último chiringuito financiero desarticulado por la Policía Nacional esta misma semana. Más de 2,5 millones de euros estafados por medio de la promesa de unas inversiones mínimas y con riesgos limitados para obtener altas rentabilidades. Según la información […]
Dirigentes Digital
| 19 abr 2018
Al más puro estilo de “El lobo de Wall Street”, esa era la forma de actuar del último chiringuito financiero desarticulado por la Policía Nacional esta misma semana. Más de 2,5 millones de euros estafados por medio de la promesa de unas inversiones mínimas y con riesgos limitados para obtener altas rentabilidades. Según la información que proporciona la Policía Nacional, han sido detenidas 79 personas que se dedicaban a la comisión masiva de estafas. El personal estaba instruido para persuadir a clientes potenciales. El primer paso era insistir con ofertas sobre diversos productos financieros. Si el cliente se resistía, los falsos brókeres trataban de convencerle diciendo que también invertían en el producto. E iban más allá, llegando a descalificar a los clientes por sus conocimientos en materia de inversión. El chiringuito operaba por medio de una página web atractiva, “con denominación inglesa y datos de contacto en el extranjero”, apunta la Policía. Cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) alertaba de que la empresa no tenía autorización para prestar servicios de inversión, se creaba otra página web con una identidad totalmente distinta. Después, una vez el cliente había sido convencido y engañado, el empeño de los trabajadores era exprimirle al máximo con nuevas inversiones falsas, por medio de un guión predeterminado, como en la película de Martin Scorsese. Según avisa la CNMV, esta forma de operar suele ser la que utilizan de manera habitual los chiringuitos financieros, con el teléfono como herramienta principal. De hecho, este organismo tiene bien identificadas las técnicas utilizadas por este tipo de tramas, y en lo que va de 2018 ya ha alertado acerca de 19 entidades que prestan servicios de inversión sin autorización. Recomendaciones La propia CNMV realiza recomendaciones para evitar los chiringuitos financieros. La primera es verificar que la entidad ha sido autorizada para gestionar inversiones. La información es un arma frente a posibles sospechas, y este organismo llama a obtener información por escrito y a preguntar acerca de las características del servicio. En segundo lugar, se recomienda desconfiar de las llamadas o correos inesperados que invitan a invertir con insistencia o a bonificaciones de entrada. La presión para decidir de forma inmediata suele ser una mala señal, así como menciones a la propia CNMV, que es un organismo imparcial que no invita a la realización de inversiones. Tercero: una inversión siempre conlleva un riesgo. Las propuestas de alta rentabilidad sin riesgo son muy comunes para estas entidades, sobre todo acerca de productos complejos. La CNMV lo afirma tajantemente: “Desconfíe de altas rentabilidades sin riesgo. No invierta en lo que no comprenda”. Cuarto: los intermediarios financieros deben evaluar la conveniencia de la inversión para cada cliente, es decir, deben medir lo adecuado que es un determinado producto según el cliente. La experiencia y conocimientos financieros se suelen medir “a través de un perfil o cuestionario”. Quinto: dejar de invertir. “Si no logra que le devuelvan su dinero, no continúe realizando aportaciones”, dice la CNMV. Además invita a poner en conocimiento de la autoridad los incidentes sospechosos que pueden darse en estos casos.