Confirmando su anticipo de la semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, oficializó este jueves (8) aranceles del 25 y 10%, respectivamente, para la importación de acero y aluminio. Al presentar argumentos de seguridad, la Casa Blanca puntualizó que el acero y el aluminio son materias primas utilizadas para la fabricación de portaaviones, submarinos, tanques, vehículos anfibios, misiles, el helicóptero AH-64 Apache, entre otros equipamientos bélicos. Entre las reacciones, el Gobierno de Brasil expresó su “gran preocupación” por considerar que la medida “tendrá un impacto negativo en las exportaciones brasileñas, en los flujos bilaterales de comercio y en las relaciones de inversiones entre ambos países”, dijo la cancillería de este país tras conocer la medida. COMERCIO Y SEGURIDAD “Los productos de Brasil no amenazan los intereses comerciales y de seguridad de EEUU”, sostienen el canciller y el ministro de Comercio Exterior de Brasil, Aloysio Nunes y Marcos Jorge, en un comunicado remitido a DIRIGENTES. “Cerca del 80% de las exportaciones brasileñas de acero son productos semiacabados, utilizados como insumo por la industria”, agregan. Las autoridades recordaron también que Brasil es el principal comprador de carbón siderúrgico de EEUU y que ese mineral se usa “principalmente en la producción de acero para exportar” al país de Trump. En 2017, el volumen de compras fue de 800 millones de euros, de acuerdo con los datos oficiales. Estas medidas “corroen los esfuerzos en el Foro Global del Acero en pro de una solución para el exceso de capacidad siderúrgica, verdadera raíz de los problemas del sector”, ha dicho la cancillería brasileña, que anticipa que “hará todo lo necesario para preservar sus derechos e intereses”. CHINA Y ARGENTINA En la misma línea se había manifestado China esta misma semana, al decir su primer ministro, Li Keqiang, que “tomará cartas en el asunto” para defender también sus derechos e intereses “con resolución”, a pesar de que ese país exporta una cantidad poco expresiva a América. También Argentina ha manifestado su inquietud por la medida, “aunque no afectaría el desempeño exportador total argentino ni tendría consecuencias macroeconómicas graves o inmediatas”, publicó el diario local Clarín tras conocerse la confirmación. Argentina exportó acero y aluminio por 570 millones de euros en 2017, un volumen que representa el 1,2% del total, de acuerdo con datos citados por ese diario. El Gobierno de Mauricio Macri habría enviado, según versiones extraoficiales, una misión especial a Washington para negociar una exención a las tarifas anunciadas.