La desaceleración del gigante asiático "parece ser parte del esperado reequilibrio del insostenible alto gasto en inversiones" del país. Un movimiento, reconoce la firma, que, no obstante, traerá "’vientos en contra’ económicos para los próximos trimestres (bastantes)". Y es que, vale la pena tener en mente los números que rodean a China: representa una cuarta […]
Dirigentes Digital
| 30 sep 2015
La desaceleración del gigante asiático "parece ser parte del esperado reequilibrio del insostenible alto gasto en inversiones" del país. Un movimiento, reconoce la firma, que, no obstante, traerá "’vientos en contra’ económicos para los próximos trimestres (bastantes)".
Y es que, vale la pena tener en mente los números que rodean a China: representa una cuarta parte de los ahorros del mundo, así como la inversión (alcanza la cifra combinad de Estados Unidos y la Zona Euro); su ratio deuda/PIB se ha duplicado en los últimos seis años; y es el "hogar" de los cuatro bancos más grandes del planeta por activos.
Pero, lo más importante, y que más dudas despierta, su economía se encuentra en transición, de un modelo basado en la inversión y las exportaciones a otro impulsado por el consumo. ¿Tendrá éxito en la transformación? "La respuesta no será clara ni en este último trimestre, ni en el próximo año. La historia de China centrará la atención de los inversores durante aún mucho tiempo", señalan.
Al mismo tiempo, el mercado se ve asaltado por otros grandes interrogantes: ¿Estamos preparados para la primera subida de tipos de la Fed en casi una década? ¿Se ha acabado el ‘super ciclo’ de las materias primas? ¿Si el barril de petróleo era una fantasía hace 19 meses, debemos descartar ver los 20 dólares? ¿Dónde está la inflación?…
En este contexto, se reconocen mucho más cautos sobre la economía "de lo que hemos sido en varios años". Si bien, matizan, el miedo a la recesión es exagerado, lo cierto es que el "crecimiento será mediocre en 2016, con riesgos a la baja.
Así, destacan que tras el reciente sell-off, "los activos de riesgo están, en general, correctamente valorados" y hay ciertas "ventas de oportunidad". Por ejemplo, señalan "la renta variable europea es una apuesta larga" y la prefieren a Wall Street; mientras que el yuan es un "corto lógico". Mientras que en renta fija, preferimos bonos estadounidenses con "grado de inversión" al high yield sobre una base ajustada a riesgos