La situación del mercado no es fácil. A la incertidumbre por los acontecimientos de las dos próximas semanas, con la Fed y el Brexit en el centro de atención, se suman numerosas alertas que llegan desde los más reputados gurús financiros. Bill Gross advertía en un tweet publicado en la cuenta de Janus Capital, que […]
Dirigentes Digital
| 10 jun 2016
La situación del mercado no es fácil. A la incertidumbre por los acontecimientos de las dos próximas semanas, con la Fed y el Brexit en el centro de atención, se suman numerosas alertas que llegan desde los más reputados gurús financiros. Bill Gross advertía en un tweet publicado en la cuenta de Janus Capital, que con las yields más bajas en 500 años y 10 billones de dólares de deuda con tipos negativos, el mercado de renta fija "explotará como una supernova". Mientras, Goldman Sachs alerta sobre una nueva oleada de ventas en Wall Street, George Soros lleva a cabo una serie de importantes apuestas bajistas y, el bajista por excelencia, Marc Faber, adopta una postura ‘contrarian’ y cree que el Brexit podría ser un revulsivo positivo para la economía.
Didier Saint-Georges, Miembro del comité de inversiones de Carmignac, critica la falta de visibilidad en el mercado, que obliga a los inversores a moverse al compás de los datos que van apareciendo sobre el crecimiento, la inflación "o los titubeos de la Fed, y que a menudo contradicen los anteriores". Así, considera que "debemos abordar con cordura la fase de inestabilidad en la que se han adentrado los mercados debido a la asimetría de los riesgos presentes".
El experto señala que los mercados están comenzando a orientarse hacia una nueva tendencia caracterizada por estar menos sostenida por la intervención cada vez más contundente de los bancos centrales y más expuesta a los riesgos económicos y políticos. "Generalmente, los cambios de tendencia dan paso a un periodo de inestabilidad y los mercados se encuentran plenamente inmersos en él. Este contexto incita a mantenerse al acecho, listos para aprovechar los blancos a tiro con la mayor precisión posible y desde un posicionamiento seguro", indica.
Bajo este escenario, la apuesta de Carmignac para hacer frente a la inestabilidad de los mercados de renta variable pasa por una asignación de activos diversificada geográficamente, apostando por compañías capaces de conseguir sólidos incrementos de sus beneficios en un entorno caracterizado por un crecimiento económico escaso.
Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB, indica que, en el caso del Ibex 35, el escenario que ha quedado tras una nueva semana de pérdidas es bajista para las próximas dos semanas. "Tras perder los 8.800 puntos, parece que el siguiente objetivo estaría en los 8.300 puntos. Veremos si ese nivel sirve para iniciar de nuevo otro impulso alcista o volver de nuevo a los mínimos anuales marcados en el mes de febrero", explica.
"Los inversores en acciones parecen, más que optimistas, complacientes sobre las perspectivas a corto plazo de las acciones de EE UU". Son palabras de los expertos de Andbank antes de la reunión del organismo, advirtiendo que "la confianza inversora sigue siendo frágil y, dados los deslucidos resultados empresariales, el temor a otro retroceso es elevado".
La incertidumbre ha regresado a unos inversores que, tras las últimas actas de la Fed, tenían claro que el organismo subiría tipos en junio. Sin embargo, el último dato de empleo puso en jaque todas las expectativas y ha obligado a reorganizar carteras. "A pesar de que un dato aislado no marca tendencia, es suficiente para alertar a la Reserva Federal", indican desde JP Morgan. De hecho, la posibilidad de subida de tipos en el mercado de futuros se ha reducido del 22% al 4%, según datos de la firma. "La venta masiva de renta variable y el repunte de los mercados del Tesoro el pasado viernes 3 de mayo sugieren que el mercado interpreta las malas noticias como tal y que la Reserva Federal no aplicará una subida de tipos este verano a menos que los próximos datos publicados reflejen un fortalecimiento de la economía estadounidense".
Una de las voces más categóricas con la posible reacción del mercado tras la reunión ha sido Steen Jakobsen, economista jefe de Saxo Bank, advirtiendo que si se produce el aumento de tipos en junio, las Bolsas caerán rápidamente entre un 10% y un 15%. Considera este experto que si el banco central da ‘un paso al frente’ el mes que viene "cometerá un gran error", pues "está interpretando la reciente mejora de los datos estadounidenses como un aumento en el momentum global". Y no es así.
"La economía todavía está funcionando muy por debajo de su potencial, por lo que si Yellen finalmente eleva los tipos ahora, tendrá que volver a bajarlos después", insiste.
Así, el consenso del mercado estima que, si la Fed sube finalmente tipos, las perspectivas para la Bolsa europea podrían ser mejores que en Wall Street, tanto por valoración como por un euro más débil que favorecerá al sector exportador. Sectores cíclicos como la tecnología vuelven a copar las recomendaciones de los expertos, que para evivtar sustos inesperados también recomiendan alejarse de compañías con alto nivel de endeudamiento.
Los expertos también aconsejan apostar por la búsqueda de rentabilidad por dividendo, y mantenerse fuera de de valores que puedan verse más afectados por una posible subida de tipos, como el inmbiliario y las utilities.
¿Qué pasa con la renta fija?
En el mercado de renta fija, la mayoría coincide en que los inversores deben evitar los vencimientos largos en deuda pública, y apostar por bonos corporativos. Capital Economics señala que "el rápido repunte de la inflación obligará a la autoridad monetaria a endurecer su política monetaria a cambiar su rumbo el año que viene, alcanzando un rango de entre el 2,25% y el 2,50% para finales de 2017".
Coincide en su visión alcista sobre los precios Richard Turnill, director mundial de estrategia de inversión en BlackRock: "A corto plazo, pronosticamos un repunte de la inflación en Estados Unidos y preferimos bonos del Tesoro referenciados a la inflación (TIPS) frente a los tradicionales".
Bruno Colmant, jefe de análisis macro de Degroof Petercam, por su parte, se pregunta si los mercados de renta fija deben temer un aumento de los tipos. "La respuesta debe ser matizada. Un incremento brusco es poco probable, ya que se vería contrarrestado por los bancos centrales. Por otra parte, esta subida podría tener un efecto devastador en los mercados de activos. Sobre la base de los datos promedio, el valor de acciones y obligaciones podrían caer en torno al 10%".
Desde Andbank explican que "dada la "nueva normalidad" de ZIRP (es decir, políticas de tipos de interés cero), un buen punto de entrada en el bono del Tesoro estadounidense a 10 años podría ser cuando el rendimiento real se situase en el 1%. Dado que nuestras previsiones para el IPC de 2016 se sitúa ahora en 1,5%, el rendimiento del bono del Tesoro a 10 años debería ir al 2,5% para posicionarnos en comprar.
Al mismo tiempo, Michael Boye, experto en renta fija de Saxo Bank, señala que las nuevas expectativas en torno a la Fed ya han "enfriado el interés por la deuda de mercados emergentes". Ahora bien, matiza que el banco central "va a tener cuidado de encender una nueva crisis de la deuda", por lo que actuará de forma "más gradual y lenta" que "funcione mejor de cara a los mercados emisores y también que los mercados emergentes de bonos puedan hacer frente.