Miedo a fracasar, miedo a nuestra falta de aptitud, miedo a tomar la decisión equivocada, miedo a ser rechazado y miedo a lo que otros puedan pensar; el temor preside nuestras vidas y afecta a las decisiones que tomamos. Verónica Rodríguez Orellana, terapeuta y directora de Coaching Club explica, “el pavor que nos produce el […]
Dirigentes Digital
| 04 abr 2017
Miedo a fracasar, miedo a nuestra falta de aptitud, miedo a tomar la decisión equivocada, miedo a ser rechazado y miedo a lo que otros puedan pensar; el temor preside nuestras vidas y afecta a las decisiones que tomamos. Verónica Rodríguez Orellana, terapeuta y directora de Coaching Club explica, “el pavor que nos produce el fracaso ejerce sobre nosotros el efecto demoledor de una rémora pesada y de un freno disuasivo a la hora de emprender cualquier iniciativa. Trunca sueños, ahoga la productividad y deshace todo tipo de creatividad”. Algunos de estos temores son puntuales, tienen una causa fácilmente identificable. Por ejemplo: temor a perder un empleo, temor a ser dejados por una pareja, temor a enfermarse, a cambiar de empleo, a mudarnos, a comprometernos etc. Existe, sin embargo, otra forma de miedo bastante frecuente, aparentemente ineluctable y que suele presentarse cada vez que perseguimos un objetivo determinado, el ya citado miedo al fracaso. “En ocasiones, este temor es tan acentuado y fatídico que los que lo padecen llegan al desistimiento y al abandono de todo lo que quieren en su vida”, explica Verónica Rodríguez Orellana. Causas más comunes suelen ser: demasiados fracasos en nuestra historia , haber sido educados con demasiadas obligaciones, una baja autoestima o un exceso de amor propio. Muchas veces aparece el miedo al miedo , como un componente muy potente dentro de la persona, “probablemente, el mayor error sea considerar que, para avanzar, primero debe desterrarse el miedo. Muchas veces este temor actúa como un modelador del impulso, en ocasiones ciego, que supone nuestro deseo”, explica la directora de Coaching Club. Cuando llega una oportunidad, estas personas comienzan con sus dudas y miedos ¿y si no funciona? En este momento, aparecen y se amontonan en la mente todas las cosas susceptibles de salir mal. Cómo superar el miedo al fracaso El fracaso no es un fin en sí mismo, sino parte del proceso creativo, una manera natural de crecer. Al modificar la percepción del fracaso podemos dejar de tenerle miedo. Debemos evocar y concentrarnos en aquellos procesos que emprendimos y que tuvieron éxito, arrumbando y obviando esos pensamientos que nos transportan a los sinsabores de la frustración. Además las sesiones de coaching son una buena herramienta para afrontar temores recurrentes ya que facilitan herramientas para la gestión emocional que permiten, en definitiva, perderle el miedo al miedo.Quien lo logró una vez, sabe que siempre puede volver a lograrlo.