Un nuevo estudio de Manpower Group revela que el 12% de los jóvenes pertenecientes a la generación millenniall está convencido de que no tendrá jubilación. En Japón esta cifra crece incluso hasta el 37%; en China, el 18%; Estados Unidos y Reino Unido se quedan con el 12%. En España, los millennials son más optimistas […]
Dirigentes Digital
| 26 may 2016
Un nuevo estudio de Manpower Group revela que el 12% de los jóvenes pertenecientes a la generación millenniall está convencido de que no tendrá jubilación. En Japón esta cifra crece incluso hasta el 37%; en China, el 18%; Estados Unidos y Reino Unido se quedan con el 12%. En España, los millennials son más optimistas que en otras partes del mundo, y solo el 3% está seguro de que tendrá que trabajar toda su vida.
El estudio, realizado a 19.000 millennials de todo el mundo, arroja datos tan destacados como este: la oficina estadounidense de estadísticas de trabajo determinó que, a principios de este año, el 18,9% de los estadounidenses mayores de 65 años aún está trabajando.
En Japón, donde más pesimismo parecen respirar los millennials, la situación se enmarca dentro de una caída del ahorro nacional, débiles perspectivas de empleo y, por supuesto, el envejecimiento poblacional. El problema de una población más envejecida golpea a la mayoría de las grandes economías del mundo y ya se ve, por ejemplo, en España, donde la edad de jubilación se ha ampliado hasta los 67 años al considerar que la esperanza de vida es mayor y estamos capacitados para trabajar más tiempo.
Pese a todo, los millennials japoneses son los más pesimistas pero no son los que más trabajan. El estudio revela que los jóvenes japoneses trabajan de media unas 46 horas semanales, lejos de las 52 de la India o las 48 de México, China o Singapur. Los millennials estadounidenses pasan 45 horas a la semana en el trabajo.
Los efectos del envejecimiento poblacional
Parte de este aumento de la vida laboral tiene sus raíces en el actual panorama del empleo en muchas de las principales economías del mundo. El miedo a perder el empleo, la dificultad para encontrar otro o los bajos salarios pueden obligar a los jóvenes a tener que alargar su vida laboral para obtener una pensión.
Sin embargo, juega un papel decisivo el envejecimiento poblacional, que hace peligrar la sostenibilidad del sistema de pensiones y que muchos de estos millennials incluso lleguen a verse en un futuro sin ninguna prestación una vez que dejen de trabajar. En España, según el último informe de la OCDE, mientras que en el año 2002 había aproximadamente el mismo número de personas entre 16 y 24 años que de entre 45 y 54, en 2015 había 3,1 millones más de personas de este último grupo de edad que de jóvenes. Entre 2002 y 2015, los jóvenes de entre 15 y 34 años se redujeron en 2,2 millones de personas mientras que creció en 1,6 millones los españoles de 65 años o más.