En marzo de 2011 y en plenas Fallas de Valencia, abrió sus puertas el primer restaurante Copenhagen. Digamos que es un restaurante para las personas vegetarianas y para las que no lo son también por su calidad, su oferta fresca, saludable, creativa y sobre todo deliciosa. Desde entonces el grupo abrió tres restaurantes más en […]
Dirigentes Digital
| 29 dic 2016
En marzo de 2011 y en plenas Fallas de Valencia, abrió sus puertas el primer restaurante Copenhagen. Digamos que es un restaurante para las personas vegetarianas y para las que no lo son también por su calidad, su oferta fresca, saludable, creativa y sobre todo deliciosa. Desde entonces el grupo abrió tres restaurantes más en Valencia: Olso, Malmö y Helsinki, todos ellos de inspiración nórdica, tanto en el escaparate como en la forma de elaborar los platos. Alta cocina vegetariana Tras el éxito de los cuatro locales, Olga y Celia decidieron abrir en julio de 2016 el primer restaurante Copenhagen en Madrid, en pleno barrio de Salamanca. Su oferta es muy similar a los restaurantes que le preceden, aunque tratan de dar un carácter propio a cada uno de ellos. Toda la carta está pensada para compartir, diseñada con criterios nutricionales y con opciones para intolerantes o diabéticos; los platos que así correspondan están señalados con indicativos veganos, sin gluten y raw food. Todas las elaboraciones son caseras, desde salsas hasta ingredientes deshidratados, aunque también cuentan con alimentos que les proveen pequeños productores, como el “calabizo”, un chorizo de calabaza 100% vegetal elaborado en Nigrán (Pontevedra), y que sirven como maridaje en una tabla de quesos artesanos de la Sierra de Espadán, que el equipo recomienda degustar con una cerveza artesana y terminar con un chupito de tequila. Entre los entrantes destacan las croquetas (de boletus y avellanas tostadas o de gorgonzola, nueces e higos), ensaladilla con quinoa o paté de pimiento rojo y aceituna verde. Las ensaladas son también de las más solicitadas, aunque la de algas con espuma de espárrago blanco, atún vegetal y mustard cress refleja con mayor intensidad la creatividad y técnica de elaboración. Otro de los platos imprescindibles de Copenhagen es el huevo campero con espárragos, setas, queso crema y mermelada de pimiento, mi favorito, que solo se imagina cuando se prueba, una maravilla. Le siguen platos de pasta fresca, hamburguesas vegetales, quesadillas o arroces, y algunas opciones también para niños. Todo ello con la posibilidad de acompañarlo con pan artesano, árabe o sin gluten. Entre los postres no faltan cheescake vegana, brulee de vainilla o coulant de chocolate y una selección de helados caseros. Copenhagen en Madrid mantiene la misma estética de arquitectura moderna y minimalista de los restaurantes en Valencia. El local tiene dos plantas con grandes ventanales que aportan una luz natural constante, al que se añade una terraza exterior rodeada de vegetación. El proyecto de interiorismo, obra de Borja García Studio, se basa en la estética de la arquitectura escandinava de los años 60 y 70 en la que predominan los colores gris cálido, verde eucalipto y el coral para las notas de color.