“Teniendo en cuenta las difíciles condiciones del mercado, nuestro plan de objetivos se centra ahora más en la reducción de costes, sobre la cual tenemos un mayor control, que sobre el crecimiento de los ingresos”, detalla Credit Suisse. Así, el banco suizo prevé ahorrar 1.000 millones de francos suizos (unos 991 millones de dólares) adicionales […]
Dirigentes Digital
| 07 dic 2016
“Teniendo en cuenta las difíciles condiciones del mercado, nuestro plan de objetivos se centra ahora más en la reducción de costes, sobre la cual tenemos un mayor control, que sobre el crecimiento de los ingresos”, detalla Credit Suisse. Así, el banco suizo prevé ahorrar 1.000 millones de francos suizos (unos 991 millones de dólares) adicionales para 2018. Por tanto, espera que sus costes operativos se sitúen entonces por debajo de los 17.000 millones de francos, frente a los 18.000 millones previos. Al tiempo que incrementa sus planes de ahorro a 4.200 millones, desde los 3.200 millones de francos suizos anteriores. No hace referencia alguna, con todo, a reducciones adicionales de plantilla, más allá del recorte de 6.000 empleos previstos para 2016. Aunque si indica que a principios de diciembre ya había superado dicha cifra en 50 trabajadores. Si bien, el diario Schweiz am Sonntag ha apuntado que Credit Suisse anunciaría entre 1.000 y 1.300 despidos adicionales en su negocio doméstico. Al mismo tiempo la entidad rebaja sus objetivos de beneficio antes de impuestos para las divisiones de Asia-Pacífico y gestión patrimonial hasta los 1.600 y los 1.800 millones de francos, respectivamente. La ‘meta’ que se había marcado inicialmente para ambas áreas era de 2.100 millones. En lo que respecta a su división de Suiza, que planea sacar a Bolsa parcialmente en 2017, reitera su guidance de conseguir unas ganancias de 2.380 millones de francos suizos. “Nuestra estrategia está funcionando”, afirma Tidjane Thiam, consejero delegado (CEO) de Credit Suisse. Recordemos que desde la llegada del dirigente en julio de 2015, la entidad se encuentra inmersa en una reestructuración, que la ha llevado a centrarse en Suiza y Asia, gestión patrimonial frente a banca de inversión. Un cambio, cuyos detalles pormenorizados no conoció el mercado hasta octubre del pasado año, mes desde el que el valor pierde en Bolsa un 40%.