El crowdlending es una serie de préstamos entre particulares y empresas, a cambio de un tipo de interés o de una participación dentro de la empresa que solicita la financiación. En resumen, son pequeños inversores que realizan una financiación colectiva, a cambio de unos intereses pactados, que van en función de la calificación de riesgo […]
Dirigentes Digital
| 09 jun 2015
El crowdlending es una serie de préstamos entre particulares y empresas, a cambio de un tipo de interés o de una participación dentro de la empresa que solicita la financiación. En resumen, son pequeños inversores que realizan una financiación colectiva, a cambio de unos intereses pactados, que van en función de la calificación de riesgo de la empresa.
Esta alternativa procede de Estados Unidos y Reino Unido, donde está funcionando con cierto éxito desde hace varios años. Por ejemplo, en Reino Unido está Funding Circle, donde ya han financiado proyectos por valor de unos 260 millones de euros. En norteamérica, Lending Club, plataforma americana que ha salido recientemente a bolsa, ha superado ya los 6.000 millones de euros en préstamos financiados.
En España, aunque desde que se publicara el primer borrador de anteproyecto de ley para la regulación de las plataformas de crowdlending hasta llegar al documento actual, que ha sido discutido recientemente en el Senado, han cambiado muchas cosas, por fin se ha conseguido esta regulación. Entre los puntos más importantes de la misma están: el reconocimiento de que la inversión a través del crowdlending es atractiva tanto para inversores minoristas como profesionales; la supervisión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y Banco de España como manera de asegurar la profesionalidad del sector, el establecimiento de requisitos que deberían asegurar la profesionalidad de las plataformas (capital social mínimo, auditoría, información sobre el comportamiento de los préstamos, etc.); o el establecimiento de límites para inversores minoristas de 10.000 euros anuales que, a pesar de no haberse implementado en otros países, puede ser aceptable inicialmente, pero que una vez el sector se consolide, debería ser revisada.
Esta nueva ley, además, no establece ningún límite a la inversión para los inversores "acreditados". Para "acreditarse" un inversor deberá simplemente declarar que cuenta con asesoramiento profesional, que tiene ingresos anuales de como mínimo 50.000 euros o un patrimonio financiero de 100.000, o incluso que se está invirtiendo a través de una sociedad con ciertas características.
Entre las compañías de crowdlending más conocidas de nuestro país destacan: SociosInversores (Los que invierten en ella pueden obtener, entre otros, unos intereses por el préstamo, que varían entre un 6% y un 20%, dependiendo del riesgo y las dimensiones del negocio. La inversión buscada va desde los 5.000 hasta los cinco millones de euros, de media.); Comunitae (Llevan trabajando desde el año 2009, y en este tiempo, sus usuarios ya han prestado 6,3 millones de euros y han recibido 320.000 euros en intereses; y Arboribus (Su función principal es ayudar a financiarse a empresas que ya están funcionando. Desde su plataforma, facilitan que las personas puedan prestar dinero a pequeñas y medianas empresas y obtener un interés de entre el 5% y el 7,5%.)
Para Carles Escolano, cofundador de Arboribus, "En España, el sector está evolucionando rápidamente y el crowdlending está demostrando que es una alternativa atractiva tanto para pymes como inversores."
Arboribus nació con el objetivo de canalizar el ahorro y la inversión hacia la economía productiva de forma más eficiente y se centra en empresas solventes que, en promedio, tienes más de 10 años de actividad. Todas tienen beneficios y tienen acceso a la financiación bancaria pero quieren incorporar un nuevo proveedor financiero y diversificar sus vías de financiación. En contra de lo que muchos piensan, esta plataforma no es un ‘flotador’ para empresas que no encuentran otra manera de financiarse. "Si una empresa no puede acceder a préstamos bancarios, difícilmente podrá obtener un préstamo a través de nuestra plataforma", afirma Carles.
En cuanto a la reciente regulación de este sector, Carles Escolano declara para DIRIGENTES que, "es una buena noticia para el sector ya que proporcionará mayor seguridad jurídica a todas las partes." Y añade: "Si tenemos que buscarle un "pero" a esta ley, es el hecho de regular de forma conjunta cosas tan distintas como el crowdlending y el crowdfunding. En el crowdlending para pymes el perfil de riesgo es mucho menor que en el caso del equity crowdfunding, centrado en nuevos proyectos empresariales, con mucho más riesgo y con un retorno económico incierto tanto en cantidad como en plazo."
Para el cofundador de Aroboribus, la mayor ventaja que puede ofrecer el crowdlending a una empresa es, sobre todo, "la posibilidad de financiarse de forma más ágil y a costes competitivos. La transparencia total del proceso y de los costes de financiación (sin ventas cruzadas) es también apreciada por las empresas". En cuanto al inversor, "aprovechando las ventajas que ofrece Internet, puede crear su cartera de préstamos en función de sus preferencias, conseguir una amplia diversificación (sin coste), con distintos perfiles de riesgo y rentabilidad y teniendo en cuenta sus necesidades de liquidez. Sin inversión mínima y con una estructura de costes razonable", Concluye Escolano.