Ya sé que me dirán que Japón es diferente. Llevamos diciéndolo desde el inicio de la crisis. Y sin embargo, cada cierto tiempo debemos de nuevo rebatirlo. ¿De verdad lo es?. Ahora esperamos que el Banco Central Europeo (BCE) tome un nuevo paso en diciembre para aumentar el carácter expansivo de su política, con mayores […]
Dirigentes Digital
| 10 oct 2016
Ya sé que me dirán que Japón es diferente. Llevamos diciéndolo desde el inicio de la crisis. Y sin embargo, cada cierto tiempo debemos de nuevo rebatirlo. ¿De verdad lo es?. Ahora esperamos que el Banco Central Europeo (BCE) tome un nuevo paso en diciembre para aumentar el carácter expansivo de su política, con mayores compras de papel (no, no espero ETF por el momento) y recorte de nuevo para el tipo de depósito ahora en -0,2%. La diferencia es que, en paralelo, discutimos cuando la Fed va a su vez a subir los tipos de interés. Así, en los últimos días estamos asistiendo a un fenómeno relativamente nuevo: tipos de largo plazo estadounidenses al alza y tipos de largo plazo de Alemania a la baja. Vale, también de Japón. De hecho, la convergencia a la baja en los tipos de interés del bund y del JGB es… claro, una mera coincidencia. ¿De qué dependen los tipos de interés a plazo? Tipos reales promedio históricos de corto plazo, perspectivas y de la incertidumbre temporal. ¿Cuál de estos factores pesa ahora en los tipos de interés de largo plazo europeos? Los dos últimos. Y especialmente en mi opinión, el último. En concreto, como otros indicadores de riesgo el mercado distorsionado no está asignando de forma correcta los precios. Aquí podemos hablar del conundrum, enfatizado por el elevado ahorro mundial, o simplemente por la compra de papel por los bancos centrales. Y las perspectivas en este último caso de que lo sigan haciendo. Volvamos de nuevo a la “coincidencia” entre Japón y la Zona Euro. ¿De verdad no se están tomando decisiones similares? El Banco de Japón (BoJ por su siglas en inglés) defraudó el viernes pasado las expectativas de algunos analistas (nosotros incluidos) que considerábamos llegado el momento de dar un nuevo paso en la política monetaria expansiva. Por el contrario, quizás se ha optado por acompañar esta decisión con un nuevo paquete fiscal a corto plazo. Ya saben que no sólo es importante la decisión en si como el momento para ejecutarla. Con todo, como pueden ver en el primer gráfico, el impacto en el mercado de este aplazamiento ha sido muy limitado. O realmente nulo, con un nuevo goteo de tipos. Algo similar a lo que ocurre en el bund, cuyos tipos se mantienen por encima. Pero lejos de los niveles que vimos antes del verano. Apenas medio punto, lo cierto es que no es mucho. José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España.