"Las crisis ocurren porque no se anticipan", suele repetir como un mantra el estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, cuando se ve obligado, por las circunstancias del mercado, a enumerar los problemas que acosan a inversores y gestores y que este año no han sido pocos… Aunque Atenas fue prácticamente "desactivada" por […]
Dirigentes Digital
| 15 dic 2015
"Las crisis ocurren porque no se anticipan", suele repetir como un mantra el estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, cuando se ve obligado, por las circunstancias del mercado, a enumerar los problemas que acosan a inversores y gestores y que este año no han sido pocos…
Aunque Atenas fue prácticamente "desactivada" por el programa de compra de activos (QE) del Banco Central Europeo (BCE), lo cierto es que durante estos doce meses hemos arrastrado la rumorología y los miedos en torno al endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos (que parece por fin se iniciará este diciembre) tanto en la renta variable como en la fija. Al mismo tiempo, incapaz de frenar su sangría, las materias primas, junto a los interrogantes sobre China, se han llevado por delante a los emergentes, poniendo en duda la fortaleza de toda la recuperación global… Terrorismo, nacionalismo, tensiones en Oriente Medio, incertidumbre política, guerras, se han sumado a estos factores dando como resultado un año volátil y que nos deja unos resultados mucho peores de lo esperado…
"Vivimos en una época de sorpresas", afirma Richard Fenning, consejero delegado (CEO) de la consultora Control Risk, que acaba de presentar su RiskMap 2016, que recoge los principales riesgos y tendencias de seguridad mundiales. Y advierte que el próximo ejercicio podría ser "el peor de la última década" en este sentido.
Seis son las principales fuentes de riesgo que identifican en este informe: el terrorismo, la inestabilidad en Oriente Medio, la ciberdelincuencia, la transición de la economía china, las incertidumbres financieras y políticas en Europa y las materias primas.
"Ya nos centremos en el rebalanceo del poder económico entre Oriente y Occidente, la incertidumbre sobre los precios de las commodities, la metástasis desconcertante del IS, las ramificaciones del ajuste del gigante asiático a su nueva realidad económica, o una explosión en la frecuencia y gravedad de los ciber ataques criminales, los negocios deberán prepararse para hacer frente a retos complicados en varios ámbitos", destaca Fenning.
En concreto, analistas, gestores, dirigentes, empresas… deben "organizarse" para hacer frente a una China creciendo al 6%; unas materias primas cuyo "Super ciclo" aunque no ha terminado, si se encuentra en pausa; un reparto de poder entre Rusia, China y Estados Unidos en un "frágil triunvirato, competitivo que no aliviará ninguna de las crisis geopolíticas severas" vigentes actualmente; una ciber delincuencia que cada vez hará más daño y un IS al alza…
Mientras "Europa está fracturada y lucha con el nacionalismo, incapaz de ofrecer respuestas coordinadas" a retos, no sólo económicos (como la unión bancaria y monetaria), como el propio terrorismo, la seguridad regional o las migraciones.