La compañía Hudson ha analizado el cambio en los perfiles de talento que se están demandado en la banca española tras la crisis del sistema. Desde 2009 se ha producido una reestructuración sin precedentes en el sector, con una reducción del número de entidades a menos de la cuarta parte, 10.500 oficinas menos entre bancos […]
Dirigentes Digital
| 01 dic 2015
La compañía Hudson ha analizado el cambio en los perfiles de talento que se están demandado en la banca española tras la crisis del sistema. Desde 2009 se ha producido una reestructuración sin precedentes en el sector, con una reducción del número de entidades a menos de la cuarta parte, 10.500 oficinas menos entre bancos y cajas, y la destrucción de 60.000 empleos. Además, los controles rigurosos que deben pasar ahora las entidades de crédito, les han obligado a nutrirse de profesionales expertos en este ámbito. Robert Mariné, Manager de Búsqueda y Selección de Hudson, asegura que "desde el punto de vista de recursos humanos, se han realizado importantes planes de reestructuración en el sector para cumplir con las exigencias del nuevo marco regulatorio. Por otro lado, algunas entidades más saneadas han sabido sacar partido de la nueva situación de mercado. El nuevo contexto, radicalmente diferente del anterior, ha provocado un cambio en los perfiles que se están demandando en el sistema financiero español".
En la banca comercial, sobre todo en el segmento de empresas, algunas entidades han reforzado sus equipos para aprovechar las oportunidades surgidas tras la fusión y concentración de otras. Igualmente en el área de banca personal y banca privada, algunas entidades han incorporado nuevos profesionales para suplir la falta de confianza generada por los bancos y cajas en situación comprometida. En este área los perfiles más demandados son los de gestores y dirigentes de banca de particulares, gestores de banca de empresas y ejecutivos de banca privada. Son profesionales con experiencia en la comercialización y distribución de productos y servicios financieros, con buenas habilidades en comunicación e interlocución, capacidad para generar confianza, altas dosis de flexibilidad y visión estratégica a largo plazo. Igualmente se valora especialmente un buen conocimiento de la zona o población donde está ubicada la vacante y la posibilidad de "arrastrar cartera". La franja salarial de estos perfiles dependerá de la experiencia y de la capacidad de captar negocio, pero se sitúa en torno a los 35.000€ y 40.000€ de fijo más 30% de variable en el caso de los gestores de banca personal y entre 40.000€ y 50.000€ más 40% de variable para los directores. Los gestores de empresas están entre 40.000€ y 65.000€ más 40% de variable (dependiendo del segmento: pymes, gran empresa o banca corporativa). Por último, los perfiles de banca privada, claramente dependen de la capacidad para generar negocio, pero en general, parten de un salario base de 40.000€ a 50.000€ y entre un 10% y un 30% de variable.
En el área de servicios centrales, las empresas están demandando perfiles con experiencia en planificación y capital, así como en solvencia, compliance y auditoría interna. Los rigurosos y estrictos controles que deben pasar ahora las entidades de crédito, les han obligado a nutrirse de profesionales de este ámbito. Las competencias de estos candidatos están muy enfocadas al control y cumplimiento normativo y además aportan extenso conocimiento de los procesos internos de la compañía y del marco legal y de actuación del sector. Muchos de estos profesionales proceden de firmas de consultoría y auditoría financiera de primer nivel, que ya tienen experiencia previa en asesorar a las propias entidades en proyectos para analizar el riesgo de los activos o para llevar a cabo exhaustivos controles de procedimientos contables, planificación y estructura de capital y solvencia, etc. El paquete retributivo de estos perfiles, que están muy especializados, se mueve entre 60.000€ y 90.000€ euros (variable incluido) en función de la experiencia.
"Las perspectivas para el futuro, estarán marcadas por el cumplimiento de las necesidades más acuciantes, pero también, por el convencimiento de que la integración y agrupamiento de entidades, sobre todo de las más pequeñas, es necesario. Actualmente existen en España 14 entidades de tamaño suficiente como para ser supervisadas por el BCE, de las cuales sólo 6 tienen un tamaño y situación comparable al conjunto de entidades referentes dentro del marco europeo. Para afrontar el futuro del sector, se necesitarán profesionales cualificados, con gran flexibilidad y aversión al riesgo, un conjunto de competencias que hasta hace poco no se requerían en un sector tradicionalmente estable en todos los sentidos", concluye Robert Mariné.