Este 2017 el Bitcoin ha experimentado revaloraciones meteóricas que le han llevado de $ 1 000 a principios de año, hasta niveles cercanos a los $ 20.000 en recientes semanas, pero esta criptodivisa podría tener que enfrentarse a duros desafíos el próximo año. Envuelta en polémicas en cuanto a su legalidad y aceptación de los […]
Dirigentes Digital
| 28 dic 2017
Este 2017 el Bitcoin ha experimentado revaloraciones meteóricas que le han llevado de $ 1 000 a principios de año, hasta niveles cercanos a los $ 20.000 en recientes semanas, pero esta criptodivisa podría tener que enfrentarse a duros desafíos el próximo año. Envuelta en polémicas en cuanto a su legalidad y aceptación de los diversos reguladores, su evolución pasará por la legitimación por parte de las autoridades. Además, la fuerte volatilidad del mercado de Bitcoins, así como la inestabilidad de las plataformas/bolsas de intercambio, pueden ser vistas como factores de riesgo para la credibilidad y evolución de la criptodivisa. De hecho, el sistema, que aparentemente está blindado a los ataques, sigue siendo un atractivo desafío para los hackers de todo el mundo. La constante evolución tecnológica contribuye a una mayor seguridad en el sistema, pero también ayuda a los hackers a lograr más fácilmente sus objetivos. La tecnología blockchain, en la que se basan las criptomonedas, viene a alterar, de alguna manera, el actual status quo en lo que se refiere a la transmisión de información segura, sea la misma relativa a transacciones financieras, como datos personales, documentos a recibir/enviar, ya que pasan a estar disponibles y validados en el momento. Seguramente este sistema pronto podrá ser utilizado de forma más generalizada. Por otro lado, la reciente inclusión de futuros sobre el Bitcoin está contribuyendo a una mayor credibilidad del activo. Gestores que difícilmente podrían haber invertido en Bitcoins en bolsas no reguladas (Coinbase, bitfinex, etc), ahora lo pueden hacer. Además, los futuros aumentan su liquidez, pudiendo llevar a una reducción de la volatilidad, mientras que la posibilidad de realizar operaciones cortas en sobre la criptodivisa con más facilidad podrá, de alguna forma, presionarla y corregir las fuertes subidas experimentadas. Entre tanto, hay voces que apuntaban a que el Bitcoin podría ser un activo refugio, pero para serlo debería tener el reconocimiento generalizado de su valor tangible y fuerte liquidez. Esa liquidez es la que acaba por absorber parte de la mayor volatilidad en eventos de estrés, permitiendo a los inversores salir del mercado si así lo desean, pero en este momento el Bitcoin parece no haber alcanzado aún este nivel.