La reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP u OPEC por sus siglas en inglés) que se ha celebrado este viernes en Viena se cierra con la fijación de un techo de producción de 31,5 millones de barriles diarios. Ya en su último informe de noviembre, ya mantuvo sus previsiones de demanda para […]
Dirigentes Digital
| 04 dic 2015
La reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP u OPEC por sus siglas en inglés) que se ha celebrado este viernes en Viena se cierra con la fijación de un techo de producción de 31,5 millones de barriles diarios. Ya en su último informe de noviembre, ya mantuvo sus previsiones de demanda para este año (aumento de 1,5 millones de barriles diarios) y el próximo (repunte de 1,25 millones de barriles diarios) y no dio muestras de tener intención de cambiar su objetivo: 30 millones de barriles diarios (que se superan en múltiples ocasiones).
Sin embargo, se había especulado con la posibilidad de que Arabia Saudí propusiera en este encuentro un recorte de la producción de un millón de barriles diarios el año que viene, siempre y cuando los países que no pertenecen al cártel, como Rusia o México, se sumen también a esta iniciativa. Este rumor había impulsado la cotización del crudo, que se ha vuelto a girar a la baja una vez más, pero eran pocos los gestores y expertos que le daban validez.
Así, para Barclays la reunión era un "no evento", pues no creía que la OPEP fuera capaz de llegar a un acuerdo para rebajar la oferta. De hecho, la firma ha rebajado sus previsiones de cara a 2016 para el Brent y el West Texas, pero consideran que la estrategia del cártel ha sido un éxito, pues la producción de los países no pertenecientes al mismo ha caído y mientras la OPEP ha logrado captar cerca del 60% del aumento de la demanda que se ha producido desde el año pasado (eso sí, a costa de los ingresos de exportación).
Con todo, explicaban que por muy buenos que sean los comentarios del encuentro, "no va a cambiar el equilibrio fundamental del mercado de petróleo", que seguirá dirigido "por el exceso de oferta, la vuelta de Irán, la subida de tipos de la Fed y el repunte asociado del dólar y la desaceleración económica de China".
En este sentido, Norbert Ruecker, estratega jefe de materias primas de Julius Baer, mantiene "nuestra visión neutral sobre el petróleo y estimamos que la valoración se mantenga entre los 50 y los 60 dólares por barril en el futuro. El mercado necesita incentivos para evitar una mayor contracción en el suministro del petróleo de esquisto (…) pero la desaceleración China y el temor al debilitamiento de la demanda mundial siguen siendo el ‘comodín’ clave".
Mientras, ETF Securities se pregunta hasta cuándo podrá el cártel mantener su estrategia. Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Arabia Saudí necesita un precio del crudo superior a 100 dólares para reequilibrar su balanza fiscal, Irak de 81 dólares e Irán de 87. La clave, señalan estos analistas, es que el primer país, el más importante por otro lado, cuenta con un arsenal de activos con los que puede financiar el gasto corriente. Ahora bien, estima que se erosionarán en 2018, que será cuando, si sus planes no han dado frutos, los abandonará implementando un amplio recorte de la oferta.
Más a "corto plazo", para el año que viene, estos expertos creen que los precios se recuperarán ante la caída del suministro no-OPEP y estiman que se mantendrán en un rango de entre 50 y 60 dólares el barril.